En el texto del Ángelus difundido de la misma manera que los domingos anteriores, con ocasión del Jubileo de los Enfermos, el Papa convaleciente desea experimentar la «caricia solidaria de Dios» y reza por los médicos, enfermeros y agentes sanitarios, que «no siempre son ayudados a trabajar en condiciones adecuadas y, a veces, incluso son víctimas de agresiones». Su esperanza es que invirtamos en investigación y en un sistema verdaderamente inclusivo.
Por: Antonella Palermo - Ciudad del Vaticano
El Jubileo de los Enfermos y el Mundo de la Salud coloca al Papa Francisco en una posición de particular empatía, dada la convalecencia que está viviendo en Casa Santa Marta tras una prolongada estancia hospitalaria por una neumonía bilateral. Desde su residencia en el Vaticano, difunde, como los domingos anteriores, el texto que ha preparado para el Ángelus de este domingo de Cuaresma, en el que expresa su agradecimiento a quienes cuidan de él y de los frágiles en el cuerpo, y a quienes le manifiestan su afecto incluso desde lejos, y hay también un llamamiento para que estos cuidados puedan practicarse con seguridad y con espíritu de inclusión.
"Experimento la caricia cariñosa de Dios"
Inspirándose en el Evangelio de hoy en el que el apóstol Juan narra el episodio de la adúltera y el riesgo de ser lapidada, el Papa se centra en ese dedo de Jesús que escribe en la arena "una nueva historia" para esta mujer, el "dedo de Dios" que salva y libera, subraya Francisco.
Queridos, así como durante la hospitalización, también ahora en mi convalecencia siento el “dedo de Dios” y experimento su caricia protectora. En el día del Jubileo de los enfermos y del mundo sanitario, pido al Señor que este toque de su amor llegue a cuantos sufren y anime a cuantos los cuidan.
La misión de los trabajadores de la salud debe ser apoyada y respetada
El Papa experimentó en primera persona el modo de trabajar del personal médico y paramédico. También a la luz de esta historia que le ha tocado personalmente, siente la necesidad de expresar su especial oración por aquellos que "no siempre son ayudados a trabajar en condiciones adecuadas y, a veces, incluso son víctimas de agresiones". Las palabras del Papa son particularmente pertinentes si consideramos que los últimos datos, publicados el pasado mes de marzo y contenidos en el tercer informe de Fnomceo (Federación Nacional de Asociaciones Médicas) y Censis, son muy preocupantes: estamos hablando de más de 18 mil agentes sanitarios agredidos en un año. Cada empresa sanitaria italiana sufrió, de media, 116 episodios de violencia, con un aumento del 5,5% respecto a los 12 meses anteriores.
Su misión no es fácil y debe ser apoyada y respetada. Espero que se inviertan los recursos necesarios en la atención y la investigación, para que los sistemas de salud sean inclusivos y atentos a los más frágiles y a los más pobres.
Gracias a las asociaciones deportivas educan sobre la inclusión
Las palabras de Francisco llegan en la estela de la Carta Mundial de Valores de la Salud , una guía para quienes cuidan de los demás. El documento, firmado por los presidentes de las Federaciones y Consejos Nacionales de profesiones sanitarias, sociosanitarias y de asistencia social, fue presentado durante la conferencia " Muchos mundos, una sola salud", organizada por la Comisión del CEI para el servicio de la beneficencia y la salud. Pero en el texto de la catequesis del Papa hay también un agradecimiento a los detenidos de la cárcel romana de Rebibbia que quisieron enviar al Sucesor de Pedro una tarjeta de felicitación. Para ellos y sus familias están aseguradas las oraciones de Jorge María Bergoglio, que nunca deja de pensar en los más vulnerables y desfavorecidos. Sus pensamientos se dirigen también a todos aquellos que están involucrados en el ámbito deportivo. En el Día Mundial dedicado al deporte para la paz y el desarrollo, surge otra esperanza:
Que el deporte sea signo de esperanza para muchas personas que necesitan paz e inclusión social y agradezco a las asociaciones deportivas que educan concretamente a la fraternidad.
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