Francisco emprende la más compleja de sus seis visitas a la región

Francisco emprende la más compleja de sus seis visitas a la región

El Papa llega hoy a Chile, en un clima enrarecido por los ataques a parroquias y los escándalos de abusos por parte del clero; el jueves viajará a Perú

 

por Elisabetta Piqué

- Saltaban a la vista ayer banderas chilenas y peruanas entre los 25.000 fieles que asistieron al mediodía a la tradicional cita del Angelus, en la Plaza San Pedro. Desde la ventana del Palacio Apostólico, Francisco saludó a la multitud y, como suele hacer siempre antes de cada gira, pidió ser "acompañado con la oración" en su viaje a Chile y Perú , que emprende hoy, una visita a todas luces compleja.

Será la sexta vez que el papa Francisco pise América Latina, después de haber ido a Brasil para la Jornada Mundial de la Juventud (julio de 2013); a Ecuador, Bolivia y Paraguay (julio de 2015); Cuba (septiembre de 2015); México (febrero de 2016), y Colombia (septiembre de 2017).

El regreso a su continente, donde vive la mayoría de los católicos del mundo, estará marcado por un clima de indiferencia y alguna hostilidad, inéditos, en Chile, primera etapa de la gira. Allí, una serie de ataques a iglesias han enrarecido el clima de esta visita, también signada por el escándalo de abusos sexuales por partes del clero, que hundió en el desprestigio a la institución eclesiástica.

En Perú, adonde el Papa llegará el jueves en un ambiente más propicio, encontrará una de las peores crisis institucionales de los últimos tiempos. El expresidente Alberto Fujimori recibió hace unas semanas un cuestionado indulto de parte del actual mandatario, Pedro Pablo Kuczynski, que se salvó, así, de la destitución y avivó la tensión en el país.

 

4 preguntas sobre la visita del Papa a Chile y Perú

"Creo que no será un viaje simple, pero será un viaje apasionante", dijo el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, que admitió que el Papa enfrentará varios desafíos en esta nueva gira por su continente. "Entre ellos, el primero es el desafío de la población indígena, de los indígenas, y aquí me refiero también al sínodo sobre la Amazonia, que ha sido convocado por el Papa para 2019, y el tema, por lo tanto, de cuál es el aporte de estas poblaciones en el seno de los países y las sociedades", explicó el segundo de Francisco en una entrevista con Vatican News, el nuevo portal del Vaticano. "Otro desafío es el de la corrupción, que impide el desarrollo e impide, también, superar la pobreza y la miseria", agregó.

Parolin, que estará entre los prelados que acompañarán al Papa en esta nueva maratón de siete días por seis ciudades de dos países, aludió así a cuestiones políticas que dominarán la agenda, que no podrá dejar de incluir también el tema de los abusos sexuales. En Chile aún no se ha aplacado la conmoción por el escándalo causado por Fernando Karadima, influyente sacerdote de una diócesis de elite de Santiago, al que se sumaron revelaciones de otros crímenes perpetrados por hermanos maristas en varios institutos del país.

Tampoco nunca fue digerida la designación de Juan Barros, prelado acusado de encubrir a Karadima, como obispo de la localidad de Osorno, y se esperan protestas por ello. En Perú, por otro lado, justo hace unos días el Papa decidió intervenir al grupo católico conservador Sodalicio de Vida Cristiana, cuyo fundador, Luis Fernando Figari, también ha sido acusado de abuso de menores.

Tanto en Chile, que fue visitado por Juan Pablo II en 1987, durante el régimen de Augusto Pinochet, como en Perú, también visitado por el papa polaco en 1985 y muy brevemente en 1988, Francisco encontrará países secularizados, donde en los últimos años se ha afianzado la democracia y ha habido avances económicos. Pero aún hay problemas y asignaturas pendientes, que van desde las desigualdades sociales y la existencia de instituciones frágiles hasta la corrupción, el narcotráfico, la trata de personas, la exclusión y la discriminación de indígenas.

 

Chile: atacaron 4 iglesias con bombas caseras

Francisco, que en estos casi cinco años de pontificado ha intentado ser la voz de los sin voz, seguramente hablará en defensa de los derechos de los mapuches cuando visite Temuco, en el sur de Chile. Pero también exigirá el rechazo a cualquier forma de violencia.

Lo mismo hará cuando, el viernes próximo, se convierta en el primer pontífice que viaje al corazón del Amazonas, al pisar puerto Maldonado, capital de la biodiversidad del Perú y punto de salida hacia las reservas de esta zona, considerada el pulmón del mundo. Allí se reunirá con pueblos autóctonos, reiterará su llamado al cuidado de "nuestra casa común" y condenará la explotación injusta de la riqueza existente allí.

La presidenta saliente de Chile, Michelle Bachelet , recibirá hoy a Francisco, que llegará al aeropuerto internacional de Santiago a las 20, hora local, después de casi 16 horas de vuelo. Entonces habrá una pequeña ceremonia de bienvenida, sin discursos. Estos quedarán para el día siguiente, cuando el Papa visitará el Palacio La Moneda.

Antes de trasladarse a la nunciatura para descansar de un viaje largo, durante el cual sobrevolará la Argentina (país al que le enviará un telegrama), Francisco hará una parada en la parroquia San Luis Beltrán, en Pudahuel. Allí rezará ante la tumba de monseñor Enrique Alvear, un exobispo de Santiago fallecido en 1982 y conocido como el "obispo de los pobres", en lo que significará un primer mensaje del Papa a la jerarquía eclesiástica chilena, acusada de elitista y alejada de la gente.

Antes de partir, un mensaje a los migrantes

Antes de emprender ayer su viaje, Francisco invitó a ayer migrantes, refugiados, solicitantes de asilo, inmigrantes recién llegados y familias inmigrantes de 49 países de segunda generación a una misa especial en la Basílica de San Pedro.

El Papa dijo que si bien el temor a los migrantes es "legítimo", se convierte en un pecado si eso provoca hostilidad.

Los inmigrantes deben "conocer y respetar las leyes, la cultura y las tradiciones de los países que los aceptan", dijo el Pontífice. Agregó que a su vez las comunidades "deben abrirse sin prejuicio a la rica diversidad, deben entender las esperanzas y el potencial de los recién llegados, así como sus temores".

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