En la mañana de ayer miércoles 29 de enero, durante la Audiencia General celebrada en el Aula Pablo VI, el Papa Francisco continuó el ciclo jubilar de catequesis sobre “Jesucristo, nuestra esperanza”. Profundizando en el relato de la infancia del Salvador, el Pontífice destacó la figura de San José como “hombre justo”.

Afirmó el Pontífice que ante las pruebas San José demostró una sabiduría insigne. Como por ejemplo cuando, hombre justo y fiel a la Ley del Señor, que no se dejó llevar por impulsos ni temores, decidió separarse de Nuestra Señora sin fanfarrias y en secreto. “Esta sabiduría suya le permite no equivocarse y estar abierto y dócil a la voz del Señor”, destacó.

¿Qué sueña José de Nazaret?

Recordando que San José recibió un importante mensaje de Dios a través de un sueño, el Papa Francisco preguntó: “¿Qué sueña José de Nazaret?”, e inmediatamente respondió: “Sueña con el milagro que Dios realiza en la vida de María, y también con el milagro que Él realiza en su propia vida: asumir una paternidad capaz de custodiar, proteger y transmitir una herencia material y espiritual”.

El vientre de Nuestra Señora llevó la promesa de Dios que garantizaría la salvación a todos. Esa promesa fue Jesús. En su sueño, San José escuchó el mensaje del ángel: “José, hijo de David, no temas recibir a María tu esposa, porque lo que en ella es engendrado es del Espíritu Santo”. “Ante esta revelación, José ya no pide pruebas, confía en Dios y acepta el sueño de Dios para su vida y la de su prometida. Así entra en la gracia de aquellos que saben vivir la promesa divina con Fe, Esperanza y Amor”.

San José no dijo una sola palabra, demostrando su Fe con sus acciones. Poniendo en práctica la Palabra de Dios, el padre adoptivo de Jesús la traduce en obras, en carne, en vida. Al concluir su catequesis, el Pontífice invitó a los fieles a seguir el ejemplo de San José, cultivando el silencio de escucha y obediencia a la Palabra de Dios.

“Hermanas y hermanos, pidamos también al Señor la gracia de escuchar más lo que decimos, de soñar los sueños de Dios y de acoger con responsabilidad a Cristo que, desde el momento del bautismo, vive y crece en nuestras vidas”, concluyó. Papa Francisco.