En su viaje de regreso de Suecia, revela que Nicolás Maduro pidió una cita porque “hacía una escala en Roma. Y cuando un presidente pide una cita, se le recibe”.
En la rueda de prensa concedida por el Papa a los periodistas en el avión papal de regreso de Suecia, le preguntaron sobre el encuentro que mantuvo en la Santa Sede con el presidente de Venezuela. Francisco explicó que Nicolás Maduro “pidió una cita porque llegaba de Medio Oriente y hacía una escala técnica en Roma. Cuando un presidente lo pide, se le recibe”.
El Santo Padre aclaró: “Lo escuché media hora, le hice alguna pregunta y escuché su parecer. Siempre es bueno escuchar el parecer de todos. Sobre el diálogo: es la única vía para todos los conflictos, o se dialoga o se grita”, recoge Vatican Insider del diario La Stampa.
Francisco reconoció que no sabía “como iba a acabar” la situación en Venezuela y acto seguido se refirió al ex presidente socialista: “Esta Zapatero, que fue jefe del gobierno español”. Después explicó que la Santa Sede forma parte de este diálogo porque ambas partes en Venezuela pidieron que estuviera presente, y por esta razón, se designó al Nuncio en Argentina. “El diálogo que favorece la negociación es el único camino para salir de los conflictos. Si esto se hubiera hecho en Medio Oriente, cuántas vidas se habrían salvado”, afirmó el Papa.
Mujeres “obispos” en Suecia
Otro de los periodistas le preguntó su parecer acerca de que en Suecia hay una mujer como guía de su Iglesia y sobre si la Iglesia católica permitirá el orden sacerdotal a las mujeres.
“Sobre las mujeres ordenadas: la última palabra clara fue la que dio Juan Pablo II. Y sigue siendo la misma”, subrayó Francisco, para después dar una explicación teológica de la dimensión de la mujer en la Iglesia: “La eclesiología católica tiene dos dimensiones, la dimensión petrina, la de los apóstoles, Pedro y el colegio, los obispos; y la dimensión mariana, que es la dimensión femenina de la Iglesia. ¿Quién es más importanteen la teología y en la mística de la Iglesia? ¿Los apóstoles o María? Es María: la Iglesia es mujer. La Iglesia se casa con Jesucristo. Es un misterio esponsalicio y a la luz de este misterio se entiende el por qué de estas dos dimensiones. No existe la Iglesia sin esta dimensión femenina”.
Refugiados y secularización
Los periodistas también le interrogaron sobre los refugiados y el miedo latente de los países europeos, entre ellos Suecia que ha comenzado a cerrar las fronteras. En este sentido, el Santo Padre agradeció a Suecia el haber acogido a muchos latinoamericanos en la época de las dictaduras militares.
“Hay que distinguir entre migrante y refugiado. El migrante debe ser tratado con ciertas reglas, porque migrar es un derecho, pero está muy regulado. En cambio, el refugiado viene de situaciones de angustia, hambre, guerra terrible, y su estatus requiere más cuidados y más trabajo. También en esto Suecia siempre ha dado un ejemplo alojando, enseñando la lengua e integrando en la cultura”.
Respecto a los países que cierran fronteras, Francisco insistió en que “no se puede cerrar el corazón a un refugiado. También está la prudencia de los gobernantes, que deben ser muy abiertos para recibirlos, pero también deben hacer el cálculo de cómo poderlos alojar, porque no solo hay que recibir a un refugiado: hay que integrarlo. No es humano cerrar las puertas y a la larga esto se paga, se paga políticamente”.
También dio argumentos acerca de la secularidad de Europa. El Santo Padre considera que “en tiempos de secularización podemos decir que hay alguna debilidad en la evangelización”. Para el Papa “en la secularización, creo que antes o después se llega al pecado contra Dios creador, el hombre autosuficiente. No es un problema de laicismo: se necesita un sano laicismo, la sana autonomía de las ciencias, del pensamiento, de la política. Otra cosa es un laicismo como el que nos dejó como herencia la Ilustración… Quien va más allá de los límites y se siente Dios”.
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