Por Roxana Alfieri

El papa Francisco estuvo presente en el Congreso organizado por el Instituto de Diálogo Interreligioso (IDI) y del que participaron representantes de los ámbitos social, cultural y político de la Argentina, bajo la consigna: ‘De Jorge a Francisco – De Argentina al mundo’. Estuvo presente el presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, el cardenal Miguel Ángel Ayuso.  

En el cierre del evento puntualizó que fue muy importante que el diálogo que cada uno hacía con el espejo sobre su propia confesión, ahora se haga entre hermanos y no haya miedo a dialogar. Se dialoga sin el afán de convencer al otro. “Cada uno cuenta su experiencia, que es una experiencia de Dios”. Agregó que Dios se manifiesta en todas las culturas, a la manera de esa cultura; se manifiesta en la vida de los pueblos que han caminado de modos diversos, pero es el mismo Dios.

Aseguró que “ese que es Padre de todos nos lleva a dialogar”. Y en la vida se da siempre un camino desde el diálogo con la realidad, con los hermanos; es la mano tendida.

Unos por otros

El Santo Padre comentó que estuvo reunido con pastores evangélicos. Y lo bien que le hizo compartir y ver el respeto con el que cada uno contaba su camino: “No somos aislados, no somos islas”.

Dijo que está convencido que de que el camino que sigo es el que Dios quiere verdadero para mí, y por coherencia cuando habla de su confesión religiosa señala que es la verdadera. Pero respeta el camino de los demás que también dicen “esta es la verdadera”. “Y esto no es relativismo, es respeto, es respeto, respeto y convivencia” indicó.

Valoró los esfuerzos que hacen los miembros de diálogo interreligioso. “Si los argentinos no rezamos unos por los otros estamos fritos, porque lo único que nos queda es eso, en lo demás nos peleamos siempre, entonces recemos unos por los otros para andar adelante“, puntualizó el Papa.

Afirmó que en el protocolo está previsto una oración final, una bendición. Pero reclamó: “Yo quisiera hacer con ustedes un segundo de silencio, cada uno eleve su corazón al Señor y pida por su hermano y su hermana que está hoy aquí reunido. Y gracias por todo lo que hacen”.

Como es habitual, finalmente imploró que recen por él, “cada cual en su idioma, en sus gestos, porque necesito ser sostenido por la oración de los hermanos”.

Antes de finalizar el acto, el cantautor argentino León Gieco cantó para todo el auditorio la canción ‘Solo le pido a Dios’.