Por Sergio Rubin

Tras la cumbre que la Iglesia católica realizó en febrero en el Vaticano para prevenir los abusos sexuales cometidos por miembros del clero, el centenar de obispos del país abordará el martes este flagelo. Será a partir de la exposición de uno de sus máximos especialistas a nivel mundial, el sacerdote jesuita Hans Zollner, presidente del "Centro para la Protección de los Niños” de la Pontificia Universidad Gregoriana y director y miembro del Consejo para la Protección de los menores de la Santa Sede.

El abordaje de esta problemática se hará en el marco del segundo plenario de obispos del año, que delibera desde este lunes y hasta el sábado en la casa de retiros El Cenáculo, en Pilar.

En la Argentina se contabilizan extraoficialmente en los últimos 20 años al menos 63 denuncias de las cuáles 17 casos tienen condena judicial, 22 están con proceso judicial en marcha y 24 no están judicializadas, pero con denuncias consistentes en su contra (en cuatro de ellos hubo un proceso que quedó trunco).

Además, la Iglesia admitió la culpa o sancionó a los involucrados en por lo menos 23 de esos casos. En 12, los expulsó del estado clerical, la máxima pena que aplica la institución. En por lo menos 19 de esos casos, la Iglesia trasladó al acusado a otro destino. De cinco de esos curas o religiosos hay denuncias de abusos en más de un lugar. Los obispos argentinos, que ya cuentan con su propio protocolo de actuación ante una denuncia, deben ajustar su sintonía con los avances de la cumbre de febrero.

Durante las sesiones, que son encabezadas por el presidente del Episcopado, el obispo de San Isidro, Oscar Ojea, los obispos también avanzarán en la definición de un sistema de financiamiento de la acción de la Iglesia en el país que reemplace al aporte del Estado, del cual decidieron renunciar hace un año en medio de reclamos de “separación” entre Iglesia y Estado. El aporte estatal –de unos 130 millones anuales- es menos del 10 % de su presupuesto, pero tiene una gran significación política.

Las sesiones comenzaron este lunes con una misa que presidió Ojea y fue llevada para la ocasión la imagen de la Virgen de Luján que estuvo en las Islas Malvinas durante la guerra y que desde su finalización permaneció en la Catedral Castrense San Miguel y San Jorge, en la ciudad inglesa de Aldershot, hasta que la semana pasada fue restituida por el obispo castrense británico, Paul Mason, a su par argentino, Santiago Olivera, en la Plaza de San Pedro ante el Papa Francisco. Y que este lunes volvió al país.

Por otra parte, los dos obispos y el sacerdote argentinos que participaron del reciente sínodo sobre la Amazonía en el Vaticano informaran sobre esas deliberaciones y las propuestas que fueron elevadas al Papa al final. Entre ellas se cuentan la posibilidad de que hombres casados de avanzada edad puedan acceder al sacerdocio en regiones de gran escasez de sacerdotes. Y que mujeres puedan acceder al diaconado, el peldaño anterior al sacerdocio.

Además, expondrá el presidente de la Pontificia Academia para la Vida, monseñor Vincenzo Paglia.