Referentes políticos y representantes de los credos firmaron el 30 de octubre en la ciudad de Córdoba la Declaración de América Latina y el Caribe: Zona de Convivencia Interreligiosa. La iniciativa tiene como objetivo “fortalecer la tolerancia y proteger el pluralismo de las distintas creencias religiosas¨ y ser el punto de partida para ¨la creación y profundización de programas y proyectos que promuevan esta convivencia interreligiosa”.
El arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos Ñáñez, destacó el ejemplo de Comipaz en la provincia, a la que definió como “una convivencia armónica, que implica conocimiento mutuo, aprecio, valoración y que queremos que pueda incidir positivamente no sólo en Córdoba, en el país, sino en la región”.
Referentes políticos y representantes de los credos firmaron el 30 de octubre en la ciudad de Córdoba la Declaración de América Latina y el Caribe: Zona de Convivencia Interreligiosa.
En la ceremonia participaron el gobernador de la provincia de Córdoba, Juan Schiaretti; el intendente de la ciudad de Córdoba, Ramón Javier Mestre; el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Claudio Avruj; el subsecretario de Culto de la Nación, Alfredo Abriani; el representante de la Organización Islámica para América Latina y el Caribe, Mohamed Rumie; el delegado del Consejo Episcopal de América Latina, ,monseñor Rodolfo Valenzuela Núñez (Guatemala); el integrante del Consejo Judío Latinoamericano, Adrián Werthein y referente del Consejo Latinoamericano de Iglesias, Isdalia Ortega Sánchez.
También estuvieron presentes el arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos Ñáñez, el obispo auxiliar, monseñor Pedro Torres, miembros del Comipaz (Comité Interreligioso por la Paz) y autoridades provinciales y municipales.
Los promotores de esta iniciativa señalaron que la Declaración tiene como objetivo “fortalecer la tolerancia y proteger el pluralismo de las distintas creencias religiosas y será el punto de partida para la creación y profundización de programas y proyectos que promuevan esta convivencia interreligiosa latinoamericana y caribeña, que es en sí mismo una bendición y un signo distintivo de nuestra religión”.
Monseñor Carlos Ñáñez destacó que “esta Declaración de Convivencia Interreligiosa es como poner de manifiesto algo que gracias a Dios venimos viviendo en la ciudad y como expresión de eso es el Comipaz, una convivencia armónica, que implica conocimiento mutuo, aprecio, valoración y que queremos que esto pueda incidir positivamente no sólo en Córdoba, en el país, sino en la región”.
“Es sumamente importante, porque es también no solamente reafirmar una opción en Latinoamérica sino proyectarla también a todo el mundo en donde hay a veces enfrentamientos que causan desazón y dolor”, sostuvo.
El prelado aseguró que “Comipaz es un don, un regalo que Dios nos ha hecho y que encuentra una cooperación en todas las comunidades, tiene un camino hecho, un prestigio, una trayectoria que ayuda a las comunidades y sirve a la sociedad”.
“Evidentemente esto de la construcción de la convivencia y el diálogo es algo que siendo también responsabilidad del Estado, no lo pueda hacer solamente el Estado, como tampoco las comunidades por sí solas, entonces se desea una cooperación mutua”, agregó.
Por su parte, monseñor Torres destacó que “el papa Francisco haya convocado a once premios Nobel de la Paz, para conversar sobre el tema de la supresión de las armas nucleares”.
“Da la impresión de una sintonía providencial, de que hay un esfuerzo, por muchos caminos para que nos encontremos, nos reconozcamos, nos respetemos en una búsqueda de una vida mejor”, concluyó.
Texto de la Declaración de Córdoba
Como líderes de distintas tradiciones religiosas en América Latina y el Caribe, seguros de que nuestra región es un ámbito bendecido con una enorme pluralidad de culturas, ideas, razas e idiosincrasias, trabajamos para aportar a nuestras sociedades un modo de vincularnos desde una mayor fraternidad.
En este espíritu, y con el objetivo de fortalecer la convivencia y proteger el pluralismo de nuestra región, las cuatro organizaciones latinoamericanas que representan a las tradiciones monoteístas más importantes del subcontinente firmaremos una declaración enunciando que América Latina y el Caribe es Zona de convivencia interreligiosa.
En virtud del recuerdo de la ancestral convivencia entre musulmanes, cristianos y judíos que caracterizaba a la Córdoba de la Andalucía medieval, y a los casi 20 años de la incansable tarea interreligiosa del COMIPAZ (Comité Interreligioso por la Paz) en la Córdoba de nuestros días, la elección de esta ciudad mediterránea, cuna de grandes procesos de cambio con incidencias internacional, no es casualidad.
Del mismo modo, esta declaración será el punto de partida para la creación y profundización de programas y proyectos que promuevan esa convivencia interreligiosa latinoamericana y caribeña, que es en sí mismo una bendición y un signo distintivo de nuestra región.
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