Miles de fieles que se encontraban en el Plaza de San Pedro, en el Vaticano, pidieron la canonización del Papa Emérito Benedicto XVI, durante su funeral que fue encabezado por el Papa Francisco.

Finalizado el funeral, miles de fieles comenzaron a  gritar en italiano "Santo Súbito!" (¡Hacedle santo ya!), la misma frase que muchos utilizaron en el funeral de Juan Pablo II en 2005. 

Si bien tres de los últimos cinco Papas han sido canonizados, sólo un tercio de todos los pontífices lo ha sido en los 2.000 años de historia de la Iglesia Católica.

Durante la homilía de la misa del funeral, Francisco, sentado en el altar, hizo referencia a una gran cantidad de citas bíblicas en la que comparaba al Papa Emérito con Jesús. El Papa destacó la "sabiduría, ternura y devoción que Benedicto XVI nos ha otorgado a lo largo de los años"

Luego de la misa, concelebrada por 125 cardenales, 200 obispos y unos 3.700 sacerdotes, el féretro con los restos de Benedicto XVI fue trasladado al interior de la basílica de San Pedro y recubierto de zinc antes de ser sellado en un segundo ataúd de madera.

El Papa Emérito  fue enterrado en las grutas subterráneas del Vaticano, en el nicho donde fueron enterrados primero Juan XXIII y después Juan Pablo II, antes de que sus restos fueran trasladados a otros lugares de la Basílica.