“Antes de hablar de sabiduría diplomática, yo quiero hablar de una gran acción humanitaria y cristiana del Santo Padre y de sus colaboradores”, comentó el cardenal Loris Capovilla, secretario de Juan XXIII, cuando llegó al Vaticano la noticia en 1959 de la Revolución liderada por Fidel Castro en Cuba. 

Según el mito, el próximo 3 de enero Fidel Castro cumpliría 53 años de recibir la pena de excomunión impuesta por Juan XXIII. De hecho, la prensa ha propuesto el mismo dato sin reparar en las visitas a Cuba de Juan Pablo II en enero de 1998 y Benedicto XVI en marzo de 2012.

“Ni Juan XXIII ni sus sucesores han excomulgado a Fidel Castro”, aseguró el cardenal Capovilla. “Fidel Castro – continuó- recibió a Juan Pablo II con mucho respeto y luego a Benedicto XVI” y “estrechar manos y mirarse a los ojos” sirvió para ir más allá y dar “pasos adelante que el mundo acogió con alivio”.

El periódico italiano Il Corriere della Sera ha entrevistado al cardenal Capovilla, de 99 años, secretario del entonces “Papa bueno”, quien recibió con aflicción la noticia de que misioneros y monjas escapaban de la Isla durante la Revolución cubana.

El purpurado recuerda, en la entrevista publicada el 19 de diciembre, que el cardenal Domenico Tardini, secretario de Estado de diciembre 1958 hasta julio 1961, y el mismo Papa se lamentaron de la actitud de los religiosos: “no se escapa, se necesita resistir allí”.

Entretanto, aseguró que los religiosos aún en los momentos más difíciles no abandonan el campo de la evangelización. “Un religioso no abandona el campo donde el Señor lo ha mandado”, dice, y añade: “si te agarran, nos toca ir a prisión, pero un religioso no puede decir: ‘yo me voy, no juego más’”. 

Después de 56 años, la Santa Sede vuelve a tener un papel decisivo en esta historia. “Veo el sol de una jornada que promete cosas mejores para la humanidad”, comenta el alto prelado, memoria viva de circunstancias menos felices para la Iglesia y para la diplomacia de la Santa Sede durante la disputa entre Cuba y Estados Unidos.

El experimentado cardenal comenta la noticia del 17 de diciembre del acercamiento de la Habana y Washington: “Esto se debe a nuestros pontífices y a todos los hombres de buena voluntad que han sabido interpretar el pensamiento preponderante de la Iglesia” basado en “la paz entre las naciones”.