Expertos religiosos consultados por la AP calcularon que en la Isla también hay unos 40.000 metodistas, unos 100.000 bautistas, y unos 120.000 miembros de la Asamblea de Dios, un grupo pentecostal que a comienzos de la década de 1990 sólo tenía unos 10.000 fieles.
Pastores y fieles aseguraron que la nación caribeña está en medio de un auge sin precedentes de adoración evangélica, con decenas de miles de cubanos asistiendo a los cultos sin problemas, desde metodistas, bautistas, presbiterianos y pentecostales, hasta nuevos grupos apostólicos.
Y aunque en los últimos años el Gobierno sí demolió un puñado de templos de grupos evangélicos, alegando no tener autorización para construirlos, este ha permitido a sus feligreses continuar reuniéndose para sus cultos en patios de hogares y en las antiguas instalaciones de las denominaciones, según la AP.
“Hay un avivamiento en estas iglesias, de las más diversas denominaciones en el país y todas están creciendo, no sólo en el número de miembros, sino en la capacidad de su liderazgo y en la acción social”, dijo el reverendo presbiteriano Joel Ortega Dopico, presidente del Consejo Iglesias de Cuba (CIC), que agrupa a 32 de ellas y es controlada por el Partido Comunista de Cuba.
Aunque no hay cifras oficiales, observadores y expertos estiman que un 60% de los 11 millones de habitantes está bautizada por la Iglesia Católica, aunque apenas un 10% practica esa fe y muchos otros se dedican a la Santería (que les requiere el bautismo).
Expertos religiosos consultados por la AP calcularon que en la Isla también hay unos 40.000 metodistas, unos 100.000 bautistas, y unos 120.000 miembros de la Asamblea de Dios, un grupo pentecostal que a comienzos de la década de 1990 sólo tenía unos 10.000 fieles.
Justo en los 90 se dio una apertura religiosa en la Isla que se tradujo tanto en la visita de tres papas como la apertura de templos ortodoxos y el surgimiento de espacios evangélicos. En la actualidad hay unas 25.000 casas de culto evangélicas y en 2016 el CIC dijo que entregó 300.000 biblias. Además, el Gobierno comenzó a devolver instalaciones a la Iglesia Católica.
El pastor Juan Francisco Naranjo que llegó a predicar a Cuba en 1960 fue uno de los que promovió la apertura. Se reunió con Fidel Castro cuando aún gobernaba para pedir más espacios para las denominaciones religiosas y fomentó con otras iglesias evangélicas acercamientos entre jóvenes marxistas y feligreses para tener una mejor compresión unos de otros.
Acoso a pastores, confiscaciones y expropiaciones
Pese a ese panorama de diversidad, un informe del Departamento de Estado estadounidense sobre la libertad de culto acusó al Gobierno cubano de acosar a pastores, confiscarles materiales para el culto y expropiarles propiedades.
Y la organización Christian Solidarity Worlwide, con sede en Londres, señaló en un informe que registró 2.380 violaciones a la libertad religiosa en Cuba en 2016, entre ellas declarar ilegales a 2.000 iglesias de la Asamblea de Dios con 1.400 procesos de confiscación de propiedades. También denunció la persecución y encarcelamiento a feligreses, al igual que la destrucción de iglesias.
Kiri Kankhwende, un portavoz de la inglesa Christian Solidarity Worldwide, reiteró su denuncia y acusó a las iglesias de no querer pronunciarse por presión del Gobierno.
En sus informes, la Christian Solidarity Worlwide mencionó el caso del reverendo Juan Carlos Núñez, cuyo templo en la provincia oriental de Las Tunas fue derribado. Además, algunas notas periodísticas reportaron otra acción similar con la iglesia de su colega Bernardo de Quesada en Camagüey, al centro del país. Ambos son del Movimiento Apostólico.
Sin embargo, tanto De Quesada como Núñez dijeron a la AP que los salones construidos por ellos en los patios de sus casas fueron derribados en enero de 2016 por no tener autorización para edificar templos y reconocieron que pudieron seguir con sus liturgias sin problemas.
“Ni me callo, ni me voy”, indicó De Quesada. “Ellos (las autoridades) me toleran, pero no me tragan”.
Desde las Tunas, Núñez comentó que además de derribarle su templo, enfrentó en 2016 un proceso judicial por quejas de los vecinos por los ruidos y por el que purga un año de prisión domiciliaria.
“Nuestra tarea es predicar. No nos mezclamos en política”, dijo Núñez. “Si hubiera una ley de culto nada de esto pasaría y todo estaría claro”.
En la Isla la Constitución reconoce el derecho a la libertad religiosa, aunque la ausencia de una ley de culto parece generar fricciones en un panorama de crecimiento de las iglesias.
Líderes religiosos dijeron que una ley de culto se ha estudiado por décadas, sin avanzar en su aprobación.
En la actualidad los evangélicos, católicos, judíos, musulmanes o creyentes afrodescendientes, entre otros, interactúan con la Oficina de Asuntos Religiosos del Partido Comunista y reciben su estatus legal del Ministerio de Justicia.
Comentá la nota