Las comunidades de base de las Iglesias en Europa dialogan en Múnich sobre el ecumenismo y sobre Europa para ir más allá del temor: 1700 personas de 200 Movimientos y Comunidades de 40 países se confrontan.
«Los Movimientos y las Comunidades cristianas pueden recomponer el continente europeo que se está polarizando cada vez más. Dijo el Obispo evangélico-luterano Heinrich Bedford-Strohm durante la primera mañana del Congreso a los participantes comprometidos en el red ecuménica de Juntos por Europa, reunidos en Múnich», señaló comunicado de prensa de Juntos por Europa al concluirse la primera jornada de trabajo. Son 1700 las personas reunidas con este fin en el Circus Krone, del 30 de junio al 1º de julio, provenientes de 200 Movimientos y Comunidades, de 40 países.
«“Si no aclaramos las cuestiones urgentes de Europa, éstas nos atropellarán” – declaró en la apertura Gerhard Pross del Comité de Orientación internacional- “¡Europa debe aprender a compartir!”. Los quince años de experiencia de las Comunidades y Movimientos en “un proceso profundo de reconciliación en vista de la comunión, donde la diversidad es experimentada como riqueza” capacita a las Comunidades a contraponer a las fuerzas centrífugas de Europa un camino hacia una nueva Unidad», declara la red Juntos por Europa.
Como «una comunión de servicio», la definió la presidente de los Focolares María Voce en la rueda de prensa al inicio de la manifestación, el 30 de junio en Múnich. «Y por eso», subrayó recordando los 7 Sí del 2007, «se asumen compromisos concretos», para sostener la vida, la familia, la creación, una economía solidaria, la paz, la responsabilidad personal y colectiva. «En este período nos hemos entrenado», explicó María Voce «y hemos descubierto que hay más fuerza e impacto si estas cosas las hacemos juntos. Superando nuestras diferencias, superando las fronteras, superando cualquier obstáculo. Hemos descubierto que también las instituciones tienen necesidad de ello, porque demasiado frecuentemente también ellas se encuentran solas afrontando problemas graves».
El Cardenal Reinhard Marx y el Obispo Heinrich Bedford-Strohm, refiriéndose a los organizadores dijeron, «han dado un ejemplo convincente de su amistad y del camino hecho juntos. El ecumenismo del corazón promete mucho más para el futuro de las Iglesias de lo que se puede pensar, dijo el presidente de la Iglesia Evangélica de Alemania. La meta de la unidad se alcanza solo con una profunda reconciliación, subrayó el Card. Max. La fuerza para hacerlo proviene del encuentro: “el otro nos hace fuertes y nos ayuda en el camino de la reconciliación”».
Se realizaron 19 Foros con temas distintos durante la tarde: fue una posibilidad de establecer un diálogo entre los participantes. Se presentaron proyectos e iniciativas de las distintas comunidades, pero también testimonios personales de fe. En el foro sobre “Los obstáculos para el ecumenismo”, en el que estuvo presente el Cardenal Kasper, presidente emérito del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los cristianos, hubo mucha participación. “¡En cuanto a las experiencias de aprendizaje y a las experiencias de reconciliación ustedes está en una posición de vanguardia importante!” dijo el experto en ecumenismo. Dejó entrever que próximamente podría haber una declaración conjunta de la Iglesia evangélico-luterana y la Iglesia católica sobre doctrinas concordantes sobre la Iglesia, el ministerio y la Eucaristía.
Al final sobre las tendencias que parecen disgregar el continente, un argumento que emergió durante la rueda de prensa, intervino María Voce, afirmando que las «tendencias nacionalistas, separatistas, que circulan en Europa, son el fruto del hecho que Europa ha olvidado sus valores. No bastan las declaraciones de los representantes de las iglesias, se necesita la vida de los cristianos, y en esto nos sentimos especialmente comprometidos a dar nuestro aporte».
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