Con esa definición del beato Carlo Acutis, el obispo de San Francisco tituló una carta sobre los aspectos de ese "don precioso". También anunció la reapertura de la capilla de adoración eucarística.
El obispo de San Francisco, monseñor Sergio Buenanueva, tituló “La Eucaristía, autopista al cielo” una carta pastoral sobre algunos aspectos de ese sacramento como “don precioso”.
El prelado también anunció que, el 1º de noviembre, se reabrirá la capilla de adoración eucarística de la catedral de San Francisco, cerrada en la pandemia.
“Se podría pensar que este hecho solo atañe a la ciudad de San Francisco. No es así. Los ojos de la fe ven mejor y más lejos: cada misa, cada exposición del Santísimo y cada oración personal ante el sagrario jamás son hechos aislados”, recordó.
“En la comunión de los santos, esta gracia se irradia a toda la familia diocesana. Expresa con fuerza la naturaleza espiritual del ‘camino sinodal’ que estamos transitando”, profundizó.
Monseñor Buenanueva invitó a repasar “algunas verdades de nuestra fe sobre la Eucaristía” y, siguiendo al beato Carlos Acutis, propuso tomar esa “autopista al cielo”.
“La Eucaristía que celebramos, que contemplamos y que adoramos es un prodigio de amor y sabiduría”, sostuvo, y agregó: “Ella nos da ‘la prenda de la gloria futura’. Hace presente lo definitivo: la nueva creación que ha comenzado en el cuerpo resucitado del Señor (y en María asunta al cielo). Es de verdad sacramento de esperanza”.
Tras otras consideraciones sobre ese “banquete sagrado” en torno a la mesa del altar, subrayó que “es el sacramento en el que el Señor está presente de forma inigualable”.
“En todos los sacramentos experimentamos su fuerza salvadora; pero, en la Eucaristía, su Presencia adquiere una intensidad única”, aseguró, y planteó una serie de preguntas.
“Te animo a recogerte en oración silenciosa ante el sagrario", propuso, y agregó: "Que el Espíritu te ilumine y te encienda el corazón, como le pasó al beato Carlos Acutis”.
“Prosigamos nuestro viaje por la ‘autopista al cielo’ como Iglesia diocesana “en camino sinodal”. ¡Bendito y alabado sea Jesús en el Santísimo Sacramento del altar! ¡Sea por siempre bendito y alabado, Jesús sacramentado! Nos encontramos en cada Eucaristía”, concluyó.
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