El reemplazante es Alfredo Abriani, que se venía desempeñando como subsecretario del área. Está ligado al jefe de Gabinete. Días pasados, el funcionario saliente elogió que el entonces presidente de Uruguay Tabaré Vázquez haya vetado la ley del aborto.
Sergio Rubin
El alejamiento del secretario de Culto de la Nación, Santiago De Estrada, ya tiene fecha. Dejará el cargo a fin de mes. Días pasados dijo que se iba porque había acordado con Mauricio Macri estar sólo un tiempo, ya que tiene 82 años y quiere retirarse de una función ejecutiva. No obstante, a poco de partir, elogió con fuerza la decisión del entonces presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, de vetar hace diez años la ley que legalizaba el aborto que había aprobado el Congreso.
De Estrada ya tienen reemplazante. Lo sucederá su segundo, el subsecretario del área, Alfredo Abriani, un abogado cercano a Marcos Peña, que se desempeñó como director general de Cultos de la Ciudad durante el segundo mandato como jefe de gobierno porteño de Macri. Desde aquel cargo construyó una fluida relación con la Iglesia católica y los demás cultos. Y ya en el ámbito nacional acompañó puntillosamente a De Estrada en el tendido de puentes.
El elogio de De Estrada no fue ante una pregunta ocasional de un periodista, sino en un artículo publicado en la sección Opinión de este diario. Allí afirma que Vázquez –un agnóstico (o sea, que duda de la existencia de Dios) de profesión médico, señala- fundamentó su decisión en “argumentos muy consistentes” y puntualiza que cita, centralmente, “la existencia de vida humana en su etapa de gestación, tal como de manera evidente lo revela la ciencia”.
El elogio del saliente secretario de Culto se produjo luego de que el jefe de Gabinete, Marcos Peña, reiterara que, en caso de que el Congreso sancione la ley que legaliza el aborto el presidente no la va a vetar. El arzobispo de La Plata, Víctor Fernández, se lo pidió públicamente a Macri en el tedéum por el 9 de Julio que ofició en la catedral de La Plata ante la gobernadora María Eugenia Vidal, quien luego se fotografió con el pañuelo celeste, emblema de los antiabortistas.
De Estrada cita en su artículo otras consideraciones de Vázquez: “Hay consenso en que el aborto es un mal social que hay que evitar. Sin embargo, en los países en que se ha liberalizado el aborto, éstos han aumentado. En los Estados Unidos, en los primeros diez años, se triplicó, y la cifra se mantiene: la costumbre se instaló. Lo mismo sucedió en España”. Además, impugna la constitucionalidad del proyecto, que contraviene los tratados internacionales que firmó Uruguay.
“En síntesis –dice De Estrada-, el Presidente Tabaré Vázquez, médico y agnóstico en el plano religioso, pone en evidencia la verdadera disyuntiva que plantea el aborto, la vida o la muerte, por encima de aspectos que también son importantes y que hay que tener en cuenta: la salud, la protección, el bienestar de la mujer y las consideraciones de orden social, entre otros”. Y concluye: “Entre la vida y la muerte no hay termino medio”.
Más allá de su deseo de alejarse de la función ejecutiva, no pocos relación la renuncia de De Estrada justo ahora con su presunto deseo de no estar en el cargo cuando eventualmente se sancione la ley que legaliza el aborto. Es que De Estrada tiene una histórica relación con la Iglesia. Fue embajador ante la Santa Sede durante todo el gobierno de Raúl Alfonsín (su padre también lo fue) y tiene un vinculo estrecho con muchos obispos.
Este vínculo incluye al propio Papa, a quien le anticipó su decisión en junio, durante un encuentro en Santa Marta. Además, le expuso las razones por las que Macri habilitó el debate de la legalización del aborto y le aseguró su prescindencia ante las votaciones en el Congreso. De Estrada fue un puente clave entre el entonces cardenal Jorge Bergoglio y Macri cuando era jefe de Gobierno porteño.
Comentá la nota