Así lo aseguró el presidente de la Asociación Marroquí para la Integración de los Inmigrantes en el marco de las jornadas "Desmontando la islamofobia" que han tenido lugar en la Universidad de Almería.
La Universidad de Almería ha acogido la sexta edición del congreso "Desmontando la islamofobia", un encuentro que se ha convertido en referente nacional para abordar uno de los problemas más acuciantes de nuestra sociedad actual: la discriminación contra la comunidad musulmana. El evento ha reunido a expertos, académicos y profesionales para analizar las diferentes dimensiones de este fenómeno y proponer soluciones efectivas.
Ahmed Khalifa, presidente de la Asociación Marroquí para la Integración de Inmigrantes y uno de los principales arquitectos de esta iniciativa, rememora los inicios del congreso: "La idea salió en el año 2017-2018, cuando planeamos el primer congreso nacional desmontando la islamofobia en la Universidad de Málaga". La elección de Almería para esta sexta edición no ha sido casual. "Hemos elegido la Universidad de Almería porque hemos considerado que es una provincia con una presencia importante de personas de religión musulmana", explica Khalifa, quien destaca la excelente acogida y los buenos resultados obtenidos.
De la invisibilidad al reconocimiento institucional
El camino recorrido desde aquel primer congreso ha estado marcado por importantes avances. "Cuando empezamos a hablar de la islamofobia durante el primer año, cuando estábamos invitando a los ponentes, nadie tenía datos sobre la islamofobia, no existían datos incluso a nivel judicial en la fiscalía, no habían sentencias relacionadas con la islamofobia", recuerda Khalifa.
Sin embargo, la situación ha experimentado una transformación significativa: "Hoy en día tenemos una fiscalía muy concienciada, tenemos varias administraciones muy implicadas en el tema de la islamofobia y los delitos de odio en general, incluso tenemos grupos dentro de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado implicados y su principal tarea es la lucha contra los delitos de odio".
El problema de la infradenuncia
A pesar de estos avances institucionales, uno de los mayores obstáculos sigue siendo la reticencia de las víctimas a denunciar los casos de islamofobia. Las cifras son alarmantes: "Según el informe de la Unión Europea que salió hace dos semanas, el Muslims in Europe, e incluso del informe de la Asociación Marroquí que lo hizo a nivel español en todas y cada una de las comunidades autónomas, solamente denuncian los casos de islamofobia el 6,4% de las personas afectadas", revela Khalifa. Esto significa que el 93,6% de las personas discriminadas no denuncia, una situación que, como señala el experto, "nos recuerda a viejos tiempos cuando había muy pocas denuncias por temas de violencia de género o de homofobia".
A eso habría que añadir otro dato que aporta, y es que "el 51% de los musulmanes que hay en España son españoles", por lo que la islamofobia tiene más que ver "con el imaginario colectivo" que con una cuestión de nacionalidad.
Uno de los aspectos más reveladores del análisis de Khalifa es cómo la islamofobia se entrelaza con factores socioeconómicos: "Las estadísticas hablan de que los marroquíes son la principal nacionalidad que recibe los ataques, pero no todos los marroquíes. A los que vienen a Marbella a veranear, los jefes árabes, no se les discrimina, todo lo contrario, se les acepta con los brazos abiertos y sus mujeres veladas tampoco son objeto de discriminación". Esta observación pone de manifiesto que "no se trata realmente de la nacionalidad o de la religión, sino más del estatus social de la persona o el estado económico".
La instrumentalización mediática y política
La islamofobia no es un fenómeno aislado, sino que se ve influenciado y exacerbado por diversos acontecimientos internacionales y contextos políticos. Khalifa señala cómo estos incidentes son aprovechados por ciertos grupos: "Los delitos de odio en general realmente se están generando a través de algunos grupos que están intentando encontrar cualquier motivo. Han aumentado con la guerra, han aumentado hace unos meses con las elecciones. Ante cualquier acontecimiento en el que se pueda agitar a las masas, estos grupos intentan meter el dedo en la llaga".
Un aspecto particularmente preocupante es la manera en que ciertos medios de comunicación y partidos políticos manipulan los acontecimientos para fomentar la islamofobia. Khalifa ofrece ejemplos concretos: "Cuando vimos en la tele que personas inmigrantes estaban ayudando durante la DANA, no se les ha llamado inmigrantes ayudando, sino que se ha dicho 'una persona ha ayudado a una víctima que se estaba ahogando'. Pero todo lo contrario cuando se produce alguna desgracia en la que está implicada una persona inmigrante: se le llama incluso con nombre y apellido, sale la foto, sale su cara, y se pone el acento en su religión".
El entorno digital se ha convertido en un campo de batalla crucial en la lucha contra la islamofobia. "En las redes sociales está aumentando muchísimo [el discurso del odio]. Los datos del Ministerio del Interior reflejan cada año que las redes sociales es el espacio donde más se producen discursos de odio", advierte Khalifa. Esta situación requiere, según el experto, "algún cambio normativo para que se puedan perseguir estos discursos de odio en las redes sociales", según Noticias de Almeria.
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