El Espacio de Fraternidad 2022 ha sido un momento especial: podríamos decir que los chicos que han participado han hecho una experiencia de fraternidad, unidad y de encuentro con Jesús.

Un don el de la Mariápolis, y todos los que han colaborado en el programa con charlas sobre temas muy cercanos a la vida de ellos, los testimonios, el acompañamiento, los momentos de tu a tu con Jesús, al igual que momentos de juegos y distensión.

Pero más allá del programa, cada uno de los 11 jóvenes que participaron ha realmente hecho “la experiencia” de la escuela de un año en la Mariápolis, pero concentrada en una semana. Certeza potente del Amor de Dios para cada uno además de fuerte unidad entre ellos querida y alcanzada.

Uno de los jóvenes nos comparte: “Para mí fue como vivir algo inexplicable que sólo viviendolo podremos entender. El amor debería ser el combustible de la paz que tanto anhelamos que tenga el mundo.”

Los jóvenes que acompañaron y prepararon en primera línea éste espacio de fraternidad, estaban felices de ver lo que todo ese amor ha provocado.

Un gracias a todos los que apoyaron e hicieron posible ésto y a todos los habitantes de la ciudadela que una vez más han podido permitir y presenciar el milagro que siempre ocurre allí: el encontrarse con uno mismo, con los demás, con Dios.