Una veintena de obispos participó de la 197ª reunión de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), que se realizó los días 12 y 13 de agosto en la sede episcopal del barrio porteño de Retiro

Las dos jornadas estuvieron encabezadas por el obispo de San Isidro y presidente de la CEA, monseñor Oscar Ojea, y por el resto de los integrantes de la Comisión Ejecutiva: monseñor Marcelo Colombo (arzobispo de Mendoza) y monseñor Carlos Azpiroz Costa OP (arzobispo de Bahía Blanca), vicepresidentes primero y segundo respectivamente; y monseñor Alberto Bochatey OSA (administrador apostólico de La Plata), secretario general.

En la mañana del lunes 12 de agosto, estuvo presente como invitado el nuncio apostólico, monseñor Miroslaw Adamczyk. El representante del pontífice invitó a los obispos a valorar el reciente mensaje del Papa Francisco sobre el papel de la literatura en la formación sacerdotal, y también en la formación de los agentes de pastoral y de todo cristiano.

En el intercambio habitual, los prelados que participaron de la reunión trajeron los informes de las respectivas regiones pastorales. 

Cáritas,por su parte, compartió los resultados de la última colecta y se conversó especialmente sobre la problemática del juego online, que está afectando especialmente a niños y jóvenes.

También se escucharon informes, entre ellos uno de la Comisión Episcopal de Liturgia, en el que se presentó el último documento del Dicasterio para la Doctrina de la Fe sobre las normas para proceder en el discernimiento de presuntos fenómenos sobrenaturales. Asimismo, el Consejo Pastoral para la Protección de Menores y Adultos Vulnerables brindó un informe sobre la tarea del organismo.

Orientaciones para la formación permanente del clero

Monseñor Daniel Fernández, obispo de Jujuy y presidente de la Comisión Episcopal de Ministerios, puso a disposición de los obispos las orientaciones para la formación permanente de los presbíteros, trabajo que fue realizado por un equipo presidido por el obispo auxiliar de Mendoza, monseñor Marcelo Mazzitelli.

Al comienzo de la segunda jornada, los obispos, divididos en grupos, trabajaron aspectos del "Instrumento de Trabajo" publicado por la Secretaría General del Sínodo. 

En cuatro grupos y con la metodología de la conversación espiritual, compartieron aspectos del documento: 

1) Los fundamentos de la dimensión misionera de la Iglesia Sinodal. 

2) Los procesos que garantizan el cuidado y el desarrollo de las relaciones, en particular la unión con Cristo en vista de la misión y la armonía de la vida comunitaria, gracias a la capacidad de afrontar juntos los conflictos y las dificultades. 

3) En el tercer espacio, se conversó sobre el tema de los "lugares": la vida sinodal misionera de la Iglesia, las relaciones que la estructuran y los caminos que aseguran su desarrollo nunca pueden prescindir de la concreción de un "lugar", es decir, de un contexto y de una cultura.

4) En el cuarto grupo, se conversó sobre algo que surge del proceso sinodal y que es la exigencia de una Iglesia que no sea burocrática, sino capaz de alimentar las relaciones en sus distintas dimensiones: con el Señor, entre hombres y mujeres, en la familia, en la comunidad, entre los grupos sociales.

Al finalizar la conversación espiritual, los obispos compartieron en un plenario las conclusiones de cada grupo, y se confiaron estos aportes a quienes participarán de la próxima asamblea sinodal en Roma.

En el marco de la segunda jornada, los miembros de la Comisión Permanente intercambiaron ideas en función de la futura actualización de los estatutos de la CEA.

En la segunda parte de la jornada del martes, la Comisión Permanente propuso el temario de la próxima Asamblea Plenaria del mes de noviembre.

Con la celebración de la Eucaristía, culminó la 197ª reunión de la Comisión Permanente.

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