Del 3 al 7 de julio la Conferencia Episcopal de Colombia ha organizado su 115° Asamblea Plenaria, donde la reconciliación y la paz del pueblo colombiano han estado en el centro de sus reflexiones.
Por Maria Camprodon
“Apártense del mal y hagan el bien, busquen la paz y corran tras ella” con este versículo de la primera carta del Apóstol Pedro, los obispos de la Conferencia Episcopal de Colombia inician su mensaje dirigido al pueblo colombiano, dentro del marco de la Asamblea Plenaria del episcopado.
Iglesia Misericordiosa
Bajo el lema “Ser Iglesia Misericordiosa en Colombia” las reuniones giran entorno a la reconciliación y la paz, los dos temas principales. Frente a la realidad en Colombia, marcada por el orden de cese al fuego de las operaciones ofensivas entre el Gobierno nacional y el Ejército de Liberación Nacional - que firmó el 5 de julio el presidente del país Gustavo Petro – los obispos han remarcado la necesidad de mantener la “unidad y cercanía”. Se comprometen a ser una Iglesia “que promueve y defiende la vida, la dignidad humana y el cuidado de la casa común”, trabajando por “el perdón, la reconciliación, la verdad, la justica y la paz” en el país.
Caminos de paz
En la rueda de prensa de la asamblea, ayer 6 de julio, el presidente de la Conferencia Episcopal Colombiana y arzobispo de Bogotá, Monseñor Luis José Rueda Aparicio reconoció que es el momento para que todos los colombianos “pensemos la posibilidad de avanzar por caminos nuevos, por caminos que se respeta la vida”.
Desde el episcopado de Colombia invitan a todos los ciudadanos, incluyendo a los medios de comunicación, dirigentes políticos y sociales, que respeten y promuevan la institucionalidad, “empleando las buenas maneras en la controversia” para poder realizar el sueño de “una Colombia en paz, reconciliada y reconciliadora”.
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