Con la presencia de doscientos sesenta líderes en representación de todas las provincias del país, se desarrolló el décimo sexto encuentro nacional de Pasando La Antorcha (PLA) movimiento perteneciente a la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina.
Durante el cónclave realizado el sábado 20 de Junio, que tuvo como moderador a Isaías Saracho, se compartieron distintas expresiones de miembros de la Alianza e invitados. Entre ellos el pastor Rubén Proietti, presidente de ACIERA, Christian Hooft, vicepresidente de Relaciones Internas, Matías Franco, Sebastián Crudo, Juan Carlos Bazán, Jael Ojuel, Alejandro Espínola, y Daniela Freidzon, miembros del Consejo Directivo Nacional. Y a ellos se sumaron la diputada nacional Dina Rezinovsky y el pastor y empresario Rafael Pedace, que compartieron sus testimonios.
En la apertura, el titular de ACIERA, brindó la bienvenida y habló del origen de Pasando La Antorcha, quien destacó que este espacio “apunta a todos aquellos líderes menores de 45 años que tienen un llamado de Dios en áreas específicas, que trabaja para la unidad del Cuerpo de Cristo, para recomendar, para fortalecer, para ayudar, y para compartir experiencias.”
Además explicó el origen del movimiento proveniente del Comité de Lausana para la evangelización mundial, creado en los 70’ por la Asociación Billy Graham, para arribar a la idea que fue germen en el país cuando en el 2002 fue presentada la visión al Consejo Directivo de ACIERA. “Nació con la presencia de 100 líderes el 15 de septiembre de 2003, Pasando La Antorcha. Tuvo como primer director a Christian Hooft, luego a Gastón Bruno. Más tarde una mesa de coordinación, hasta llegar en el último tiempo a la coordinación de Matías Franco,” señaló Proietti.
El titular de la Alianza hizo un poco de historia acerca de PLA y contó que el 2006 hubo un encuentro en el Hotel Sheraton de Pilar donde se reunieron 200 líderes, que definieron 20 áreas de influencia. También se elaboró un Plan Estrátegico Nacional, el cual está vigente.
Por su parte Christian Hooft, se refirió al escenario actual y los desafíos de este tiempo. “Lo que tenemos claro es que el Evangelio no es una sub cultura sino que somos aquellos que podemos transformar todas las áreas de la sociedad. Hoy estamos en un tiempo especial, donde hay que replantearse la visión de la antorcha a futuro. En qué tipo de iglesia nos proyectamos de acá a unos años. Es decir, una iglesia que pueda entender el mundo que nos toca vivir. Uno de los desafíos sería pasar la antorcha en la nueva normalidad. Los desafíos que vienen: la nueva mirada sobre el trabajo, el medioambiente, la biotecnología, la ética, la ideología de género. En síntesis qué liderazgo proyecta la iglesia”, subrayó.
Posteriormente Matías Franco, quien se despidió de la coordinación de PLA, luego de cinco años, puso en valor a la iglesia en tiempo de encierro. Destacó a los líderes sub 30 que se multiplican y la amistad espiritual que se da en este liderazgo transversal. A lo que el pastor Sebastián Crudo, añadió: “este es un día determinante. Hoy nacerán nuevas estrategias. Nosotros tenemos que ser sal y luz con este liderazgo en nuestra sociedad”.
Antes de pasar a las 8 mesas de trabajo por área de llamado, cuatro referentes brindaron su testimonio e integraron cuatro mesas. Ellos fueron la diputada nacional Dina Rezinovsky (política), el pastor y empresario Rafael Pedace (negocios), el pastor Juan Carlos Bazán (pastoral juvenil), y la pastora Jael Ojuel (Salud).
Luego, los líderes nacionales, provenientes de más de 140 ciudades, se repartieron para trabajar en línea, aportar, preguntar y opinar en ocho áreas: Pastoral Juvenil, Política, Educación, Negocios, Medios de Comunicación, Arte, Deporte y Salud. Se destacó a su vez que aquellos antorcheros que responden a otras áreas (la mayor parte de las que faltan) dejasen sus nombres en las respectivas áreas, para el seguimiento de las mismas, habida cuenta que por el sistema no se podía abarcar a todas.
Al concluir ese tiempo, el pastor Alejandro Espínola, compartió el pasaje bíblico en Hechos 4:12 y 13 y desafió a seguir creciendo como una generación de cambio.
La oración de cierre la brindó la pastora Daniela Freidzon, quien leyó el pasaje en Efesios 1:16 y rogó a Dios “ser llenos del Espíritu Santo para poder influenciar y transformar la sociedad. Que cada uno tenga valentía y denuedo para llevar el Evangelio”.
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