En una extensa entrevista con Radio Jai el ex presidente de Argentina realizó un análisis de temas que hacen a la república. Afirmó entre otros, la necesidad de que Cambiemos gane las próximas elecciones legislativas y de reformar la constitución para que no se vote cada dos años. Los Kirchner, la Policía, el narcotráfico, el asesinato de Nisman, la justicia, Macri y el futuro del país, en una nota a fondo.
- Cuando a usted le dicen santo o diablo, ¿a quién se siente más cercano?
- Yo no me siento ni santo ni diablo, no creo que existan. Soy simplemente un hombre que gobernó en función ejecutiva durante 21 años, que nunca tuvo que estar frente a un juez de ninguna causa, nunca tuvo escándalos de corrupción ni tampoco mis ministros.
- Sin embargo su "polluelo" Néstor Kirchner, a quien usted ungiera como Presidente, y su esposa a posteriori, no siguieron mucho esa línea.
- No, yo fui de los primeros defraudados, pero ustedes coincidirán conmigo que la inmensa mayoría los votó y los siguió votando. Así es la democracia.
Yo fui el primer defraudado, me di cuenta a los dos años. En ese momento yo estaba presidiendo el MERCOSUR, construyendo a pedido de los presidentes de Sudamérica la UNASUR, pero ya a los dos años me di cuenta de que la enfermedad de esta gente estaba vinculada con lo económico, con hacer dinero, cosa que no había pasado en toda la historia argentina.
Cuando me di cuenta de lo que pasaba rompí relaciones.
- ¿Cómo calificaría la llamada "década ganada"?
- No fue una tragedia y fue mucho menos que una época ganada. Las tragedias son otras cosas, eso fue una época de retroceso solamente, la historia no va a recordar ese periodo como uno de bonanza, sino todo lo contrario. Fue un retroceso no solo en materia económica, sino también en materia ética. Como relato, en mi criterio falso, era "revolucionario" y muchos jóvenes se entusiasmaron, como siempre ha pasado.
- ¿Es tiempo pasado?
- Absolutamente.
- Una de las grandes crisis en la Argentina para muchos es lo referido a la justicia y la impunidad. Hoy se está tratando mucho la denuncia del fiscal Alberto Nisman, ¿usted piensa que lo mataron?
- La sensación que tengo es que fue víctima de un asesinato.
- El que no se pueda investigar y todas las maniobras que se hacen para que la denuncia que hizo de encubrimiento no se abra, ¿le parece que son indicativos de que hubo alguna irregularidad?
- Absolutamente. ¿Sabe qué es lo que pasa? Si queremos tener una Justicia independiente, lo primero que tenemos que hacer es saber que no son los políticos los que tienen que elegir a los jueces. Hay sistemas en el mundo donde los políticos no participan en la creación y la formulación del Poder Judicial. Mientras tanto seguiremos hablando y siempre habrá una conexión entre la política y la Justicia.
- Usted ha acuñado frases ya célebres como "el que depositó dólares, recibirá dólares", casi que compite con Barrionuevo...
- Yo tengo un gran respeto por Juan Carlos Pugliese, quien tuvo la frase famosa "les hablé con el corazón y me contestaron con el bolsillo". En mi caso no importó que fuera un blooper, porque en ese momento no había pesos en el sistema, porque por las leyes anteriores todo dinero que entraba se convertía en dólares. El presidente que asumió, quien está hablando, nunca entendió bien ni la macroeconomía ni la economía, lo he dicho siempre, yo soy generalista como la mayoría de los políticos. Como nunca lo entendía, yo decidí, al hablar con el Dr. Alfonsín a las 10 de la noche del 31 de diciembre de 2001, asumir 12 horas después la presidencia de la república, y me puse con un colaborador luego del año nuevo a escribir el discurso. Escribí eso, ¿y sabe lo que pasó? Cuando me di cuenta, que fue inmediatamente porque el Ministro de Economía me dijo que me había equivocado, tuve mi primer dilema ético como presidente en épocas difíciles.
Me aconsejaban que no dijera la verdad, que me callara y que se iba a arreglar solo, pero no podía dormir, entonces llamé a una conferencia de prensa.
Dije que me había equivocado, que no había pesos, toda la confusión de ese momento. No pude dejarla pasar. En el momento en que lo dije fue una equivocación, pero a la semana ya era una mentira.
- ¿Y cuando dijo que en la Provincia de Buenos Aires teníamos a la mejor policía del mundo?
- Eso fue apenas asumí en 1992. Se creó una especie de huelga policial en Avellaneda. Yo quería levantarle el ánimo a los que no querían entrar en eso. Yo creía que era una policía que funcionaba bien, y después, con el atentado a la AMIA empezamos a ver lo que estaba pasando porque empezaron a tomarse teléfonos, empezaron a escucharse negocios en la policía que antes no se escuchaban. Por primera vez en la historia de la Provincia, no existió más la policía provincial: quedaron policías regionales.
- Usted habrá escuchado la teoría de Klodczyk (Jefe de la policía de la provincia), justamente cuando usted era gobernador, sabía que se estaba preparando el atentado y el atentado se le escapó de las manos. ¿Escuchó alguna vez esto?
- Sí, lo escuché como tantos otros comentarios que hubo en ese tiempo. Y posteriormente tomamos conciencia de lo que estaba pasando en la policía, no en ese tema en particular, sino en general: la participación de la policía en el delito.
-¿Es parte del problema de la policía todavía hoy?
- La policía sigue teniendo problemas y creo que la gobernadora está actuando muy valientemente. No le podemos exigir que en un tiempo corto funcione todo lo demás, que viene de lejos y que está muy contaminado.
- ¿Cómo evalúa este primer año de Cambiemos?
- Está por cumplir el 25% de su mandato. Con enormes problemas que han recibido. Cosas buenas y no tan buenas. Pero es mi convicción de que hay que tratar de bajar los decibeles. Hay que tratar de resolver los problemas con más diálogo, pero no un diálogo público; la gente en nuestro país está mal, consume cada vez más ansiolíticos, entonces hay que tratar por todos los medios de no cargar a la sociedad con discusiones que no sirven para nada. Los temas que hay que resolver se tienen que resolver en la mesa de diálogo permanente. Pero cuantos menos periodistas haya en eso, mejor. Porque cuando sale, lo que tiene que salir es el acuerdo. No esa pelea, ese debate, esa crispación. No hay que crispar a la sociedad.
- ¿Cómo está viendo la presencia del tráfico de drogas en la Argentina?
- Me he ocupado. Empecé a plantearlo hace cuarenta años en mi libro “Las políticas y las drogas” cuando nadie en la Argentina creía que podía suceder eso. Y a partir de ese libro creé el primer organismo directo o específico para la prevención de la droga dependencia, siendo intendente de Lomas de Zamora. Cuando fui al ámbito nacional, como vicepresidente de la Cámara de Diputados, creé SEDRONAR, que era una Secretaría de Estado. Ni siquiera había en la Legislatura Nacional comisiones que se ocuparan de ese tema, las tuve que crear. A partir de ahí escribí seis libros y el séptimo aparece el mes que viene. Estoy convencido de que al fenómeno podemos hacerlo retroceder, pero para eso hay tres elementos que se han conjugado para que el tema avanzara: el primero, la soberbia vinculada muchas veces a la ignorancia de los dirigentes políticos; en segundo, la corrupción; y en tercer lugar, el miedo. Hay mucha cobardía no solamente en la dirigencia de nuestro país sino de Sudamérica, porque es un problema que hay que enfrentar, que se lo puede frenar y hacer retroceder, pero para eso hay que hacer lo que se tiene que hacer y no lo que se está haciendo, que se han prendido con el tema de la guerra, que planteó Estados Unidos a partir de Nixon y con todos sus presidentes hasta Obama, que cambia el paradigma y nos da la posibilidad de empezar a trabajar con más seriedad y responsabilidad en el tema.
- Cuando uno mira la historia argentina uno ve que desde 1928, ningún gobierno que no haya sido Justicialista terminó su mandato. ¿Usted ve que el gobierno de Cambiemos podrá cambiar esa historia o será otro más de los gobiernos frustrados? Y aprovecho de preguntarle también ¿Cómo ve al Justicialismo?
- Los partidos políticos, como el Justicialismo, sufren una degradación de décadas. Es imposible querer recrearlo en un año, no es lógico. Una cosa parecida ha sucedido, ha pasado, en la UCR. No hay liderazgos. En Europa pasa lo mismo. No hay líderes. Por lo tanto la recuperación ha de ser lenta, no debemos pensarla para el año que viene. Sería inconveniente que el PRO no ganara las elecciones en la Provincia de Buenos Aires. No sería conveniente para el país que tiene que estar por encima de los partidos, porque si sucediera, quedaría un gobierno absolutamente debilitado. ¿Quién va a venir a hacer inversiones en un país que está débil y que nadie puede saber qué va a pasar? Por lo tanto, no hay apuro. El Justicialismo tiene que recuperarse con los tiempos de maduración de las recuperaciones, que no son inmediatos.
-¿Usted dice que no es conveniente que el gobierno no gane las elecciones?
- Es lo que digo permanentemente. Lo he escrito en los diarios de la Argentina. Claro que no es conveniente que no gane Cambiemos el año que viene. No es conveniente porque el gobierno tiene minorías parlamentarias muy notorias hoy, y si suma una derrota electoral el año que viene la debilidad va a ser extrema y por lo tanto no conveniente para los intereses de los argentinos, más allá de lo partidario.
-¿Concluirá su mandato Macri y su gobierno?
- Es de esperar que sí. Siempre es de esperar que los gobiernos terminen su mandato, más allá de que puedan gobernar bien o mal. Más allá de que puedan tener mayores detractores o apoyos. Lo lógico es que la democracia, si se elige cada 4 años Presidente, que dure cuatro años. Aprovecho para decir que tenemos que abogar todos los argentinos para que no se vote cada dos años porque es un disparate. Los países en los que se vota cada cuatro años o cinco años los cargos legislativos, andan mucho mejor que nosotros porque no se puede entrar a un gobierno y ya al otro día estar pensando en las próximas elecciones.
-Lo escucho y pienso, estamos escuchando a un estadista. No solo a alguien que ha tenido muchos años en la política argentina. ¿Tuvimos en algún momento 5% de pobreza, cuando hoy tenemos un 32%? ¿Estos niveles de pobreza son producto del gobierno de Macri?
- No me haga reír. Vengo de España, donde tengo una cátedra, y a pesar de las dificultades, un año sin gobierno, están realmente en el primer mundo. Entonces cuando vemos a nuestro país, y queremos compararnos. A veces por desconocimiento – como la gente no viaja - los políticos pueden engañar a la gente. Nosotros estamos muy retrasados y nos va a costar mucho salir de ese atraso.
- Como dijo usted alguna vez, ¿”estamos condenados al éxito” o no tanto?
- Seguro que sí. Los países como el nuestro, séptimo país del mundo en extensión territorial, 13 habitantes por kilómetro cuadrado, una inmensa riqueza, necesitamos por lo menos veinte años de gobiernos que vayan en la misma dirección. Por eso abogo por políticas de Estado y abogo por que definitivamente los políticos dejemos de pelearnos y nos pongamos de acuerdo en cinco, seis o siete políticas que tenemos que seguir todos.
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