Con sus 70 años de edad, doña Filomena Ciancio es una de las que tendrán el “privilegio”, como ella misma lo califica, de cantarle al papa Francisco, formando parte de los más de 500 integrantes del coro que acompañará a los Nazarenos durante la misa del Papa en Ñu Guasu.
Pensaba que su edad y su falta de experiencia podrían jugarle en contra para quedar, pero su envidiable voz y su incomparable carisma hicieron que hoy ella sea una de las primeras voces del coro.
- ¿Cómo fue que te animaste a hacer la prueba para estar en el coro?
- Yo desde que supe que el Papa venía, tenía en mi cabeza que quería cantarle, fue algo que me nació del corazón y fui. Tuve el número 366 en la audición. Yo creía que ya no llegaba más, pero al final me hicieron pasar antes a mí, por mi edad.
“No creí cuando me dijeron que quedé realmente, fue algo grande. Ahora siento una alegría tan grande que no puedo explicar.”
- ¿Y pensaste desde un principio que podía quedar seleccionada?
- Realmente lo veía muy difícil. Por la edad creí que no estaría en el coro. Pensaba que eso y mi falta de experiencia podrían ser obstáculos, porque yo no soy cantante profesional, canto de oído, soy aficionada nomás. Pero vi en el diario de ustedes a don Celestino que pudo ser servidor a sus 90 años, ¿por qué yo no puedo ser cantante del coro? …risas.
- ¿Cuál fue tu reacción al enterarte de que quedaste?
- A mí me llamó mi tía y me dijo que quedé para el coro y “cuál coro” le dije yo, “y del Papa” me dijo ella y ahí yo grité como loca, me puse muy feliz, porque para mí esto es algo increíble. Es un privilegio poder cantarle al Papa, a él que nos trae mensajes de paz.
“Ensayé muchísimas veces, y no me cansé de ensayar porque me gusta. Hago la voz mezzosoprano que es el alto primero.”
JUBILADA, PERO IGUAL LABURA
Doña Filomena es funcionaria del Ministerio de Salud, se desempeña como secretaria de la entidad. Jubilada ya hace varios años, igualmente ella decidió seguir trabajando. “Ya me jubilé, pero yo preferí seguir trabajando porque me gusta mucho lo que hago”, dijo.
SIGUE BATALLANDO
Doña Filomena vive con sus dos hijos, a quienes crió con su marido ya fallecido. Ella los sigue cuidando y la está remando sola. “Tuve una dura lucha, pero yo a ellos siempre traté de enseñarles a ser independientes, porque el día de mañana si ya no estoy ¿qué van a hacer?”, dijo.
Contó que en su día a día, aparte de ser funcionaria, también se dedica a las tareas de la casa. “Yo, a pesar de mi edad, soy una persona que todavía se siente muy bien, con mucha vida, me gusta estar alegre siempre y no me gusta estar sin hacer nada”, contó.
Desde chiquitita, ya que profesa la religión católica.
LE PIDEN
Siempre le gustó cantar, pero nunca pudo dedicarse al canto. “En mi trabajo mis compañeros me piden que les cante, más todavía ahora que quedé para el coro, me dicen que quiere escuchar cómo le voy a cantar al Papa”, contó la carismática Filomena, quien en todo momento sonreía.
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