Las religiosas agradecen el recibimiento de la diócesis de Tilarán Liberia y aseguran sentir paz
"Las recibimos con todo el amor que se merecen por su servicio y su entrega a Dios y a la Iglesia. Son 18 hermanas religiosas que se encontrarán pasando por nuestro país, las cuales fueron expulsadas por el Gobierno de Nicaragua". Así indicó la diócesis de Tilarán Liberia, en la provincia de Guanacaste, tras la salida de Nicaragua de las Misioneras de la Caridad. La disolución de la congregación, junto a otras 100 ONGs en Nicaragua, fue aprobada con carácter urgente y sin debate el miércoles pasado en el Parlamento.
El obispo de esta diócesis, Manuel Eugenio Salasar, daba la bienvenida a las hermanas: "Es un honor para nuestra Diócesis de Tilarán - Liberia que sus plantas pisen estas tierras. Oramos por la Iglesia en Nicaragua, por sus obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas". Así, les decía que la diócesis "está de puertas abiertas para recibirlas, gracias por su ejemplo, entrega y servicio a los más pobres entre los pobres. La Santa Madre Teresa de Calcuta, siga intercediendo por sus intenciones".
"Queremos agradecer a Costa Rica el amor con el que nos ha recibido. Solo son palabras de agradecimiento. Estamos sorprendidas del recibimiento que hemos tenido. La Madre Teresa siempre decía que obras de amor son obras de paz y desde el momento que hemos pisado este pais solo hemos sentido paz, paz", aseguraba una de las hermanas expulsadas de Nicaragua al llegar a Costa Rica.
Las Misioneras de la Caridad, creada el 16 de agosto de 1988 durante el primer régimen sandinista (1979-1990) tras una visita a Nicaragua de la madre Teresa de Calcuta, mantenía una guardería, un hogar para niñas víctimas de abusos o abandonadas y un asilo de ancianos, que comenzaron a cerrar desde el pasado 15 de junio.
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