En una jornada cargada de significado, Monseñor Carlos María Domínguez, Obispo de la diócesis de San Rafael, tuvo el honor de encontrarse cara a cara con Su Santidad el Papa Francisco en una audiencia privada en el Vaticano. Desde la histórica ciudad de Roma, el líder espiritual compartió detalles exclusivos de este encuentro con Diario San Rafael y FM Vos 94.5.
En un diálogo cordial y cercano con el corresponsal de Diario San Rafael en Roma, Marcelo D’ Aloisio, Monseñor Domínguez describió la atmósfera de la audiencia como “muy distendida, muy amena”, destacando la empatía y el interés del Papa Francisco por la realidad local de la diócesis de San Rafael. “Estuvimos compartiendo la realidad que vamos caminando como Iglesia Diocesana en San Rafael”, expresó el Obispo.
Durante su encuentro, el Papa se interesó profundamente por diversos aspectos de la vida eclesiástica en San Rafael, incluyendo el estado de las vocaciones sacerdotales y los desafíos cotidianos que enfrenta la comunidad católica. “Básicamente me preguntó cómo estaba yo como hijo de la diócesis, cómo estaba la diócesis, cómo estábamos las vocaciones sacerdotales y qué problemas había”, reveló Monseñor Domínguez.
A pesar de las especulaciones sobre la salud del Papa Francisco, el Obispo del departamento transmitió un mensaje tranquilizador, describiendo al Sumo Pontífice como “de muy buen semblante, de muy buen humor, de muy buen ánimo”. “Lo vi muy bien de salud, muy cordial, muy cercano”, aseguró el Obispo, compartiendo detalles íntimos sobre la rutina de salud semanal del Papa.
Aunque la conversación giró principalmente en torno a la realidad local de San Rafael, Monseñor Domínguez hizo referencia de manera breve a la actualidad nacional argentina. Explicó que no profundizaron en este tema debido a que las audiencias del Papa comenzaron una hora más tarde ese día debido a su sesión de fisioterapia. Esto demuestra el respeto del Papa por los compromisos programados y la necesidad de gestionar el tiempo de manera eficiente durante sus encuentros.
El encuentro concluyó con una despedida cargada de esperanza y buenos deseos, sobre todo ante el pedido para el que Sumo Pontífice visite próximamente el país. Sin embargo, Francisco mostró prudencia, por lo que habrá que ver qué deparará el futuro inmediato. A pesar de las especulaciones, el Obispo destacó la posibilidad de un viaje papal en noviembre, generando expectativas entre los fieles argentinos.
Por otro lado, Domínguez compartió su admiración por los preparativos en Roma de cara al próximo Jubileo, destacando la magnitud del trabajo de infraestructura y las expectativas de millones de peregrinos que se esperan para el evento.
Además, el Obispo resaltó la importancia de preparar el corazón para vivir el Jubileo, independientemente de la posibilidad de viajar a Roma. “Preparar también nosotros el corazón para poder vivirlo”, enfatizó, subrayando la esencia espiritual del evento.
Destacó la significancia de la presencia en Roma como una oportunidad para fortalecer la fe y la comunión con la Iglesia Universal. “Estar en Roma es estar en la cuna, en la fuente de la primera iglesia del apóstol Pedro, del apóstol Pablo”, afirmó alentando a los fieles a participar en el Jubileo de manera activa y espiritual, independientemente de su ubicación geográfica.
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