"Pakistán tiene una gran necesidad de diálogo entre las religiones para construir una cultura de paz en la sociedad y en la vida pública. El diálogo interreligioso es la clave de la paz en Pakistán y en el mundo entero, y sin él no hay futuro", afirma a la Agencia Fides el dominico Fr. James Channan OP, Director del "Peace Center" de Lahore, que organiza regularmente encuentros, foros y seminarios de estudio, discusión y profundización con exponentes de diferentes confesiones, especialmente en el campo del diálogo islámico-cristiano, para construir una atmósfera de armonía social y religiosa en Pakistán. En este marco, el dominico afirma: "Instamos al gobierno de Pakistán a incluir el capítulo sobre el diálogo interreligioso y la paz en el currículo escolar para que los estudiantes, desde una edad temprana, abran sus mentes y tengan una actitud positiva hacia los creyentes de todas las religiones". El sacerdote expresa su gratitud al Papa Francisco y al Gran Imán de Al-Azhar, Ahmed Al-Tayyeb por firmar el conocido documento "Fraternidad Humana" que "creemos debería ser estudiado e implementado por líderes religiosos y eruditos, en Pakistán y en el extranjero". "A la luz de los problemas actuales a los que se enfrenta el mundo, el texto ofrece una vía para que los seguidores de las religiones aporten una paz y una justicia duraderas al mundo", señala el P. Channan, agradeciendo en particular a Maulana Abdul Khabir Azad, líder musulmán y Gran Imán de la mezquita Badshahi, su compromiso con el diálogo interreligioso a su lado.
Un punto que une a eruditos cristianos y musulmanes en Pakistán, señala, es el de contrarrestar la incitación al odio: una urgencia que también se encuentra en muchas otras naciones, según una lógica global que ve una interconexión entre lo que ocurre y lo que se informa en las noticias internacionales. Por ejemplo, el padre Channan cita con amargura la profanación y quema del Corán en Suecia, señalando que esos incidentes causaron dolor e ira entre los musulmanes de todo el mundo.
Abdul Khabir Azad, anfitrión del "Centro de la Paz" de Lahore, recuerda que "el mundo se ha convertido en una aldea global, y personas con diferentes puntos de vista deben aprender a convivir pacíficamente", afirmando su compromiso, y el de miles de musulmanes de Pakistán para "hacer de la nación un lugar de amor, tolerancia, hospitalidad, lucha contra el terrorismo y el extremismo religioso".
Como ha dicho el padre Channan, en una reciente conferencia en el Centro para la Paz han asistido también personas con responsabilidades civiles, como el Presidente de Pakistán, Arif Alvi. Éste ha querido confirmar el compromiso del Estado de "garantizar que todos puedan practicar su religión sin interferir en las de los demás, asegurando las libertades políticas, sociales, culturales, jurídicas y religiosas de los fieles de todas las religiones".
Recordando que "todas las religiones predican la paz, la seguridad y la armonía", el Presidente de Pakistán ha reiterado que "es deber del Estado proteger los lugares de culto, garantizando la igualdad de derechos a todos los ciudadanos" y que "una sociedad de mayoría musulmana, como Pakistán, tiene la responsabilidad de proteger la dignidad, la vida y la propiedad de los seguidores de todas las demás religiones".
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