Los recientes episodios antisemitas ocurridos en Alemania han tenido un profundo impacto social: Joseph Schuster, presidente del Consejo Central de los Judíos en Alemania, la principal organización comunitaria de ese país, desanconsejó “a cualquier individuo pasearse por grandes ciudades con una kipá”.
La semana pasada, en Berlín, un inmigrante sirio atacó con un cinturón a un israelí y a un alemán que llevaban kipá; mientras que una niña fue agredida en su escuela por sus compañeros musulmanes por el solo hecho de ser judía.
"No se trata solo de antisemitismo, también se trata de racismo y de xenofobia. Se necesita poner una clara señal de freno (a este tipo de comportamientos)", remarcó Schuster.
Ante este panorama, surgió una nueva iniciativa: la mencionada organización convocó para el miércoles en la capital alemana, una marcha bajo el lema "Berlín lleva kipá". "Si no fuese posible plantar cara al antisemitismo abiertamente, la democracia estaría en peligro", completó el presidente de la entidad en relación a la marcha en solidaridad con la comunidad judía.
"Juntos queremos enviar un mensaje contundente contra la falta de tolerancia y el antisemitismo y movilizar a un amplio espectro de la sociedad", reza la iniciativa impulsada por el Consejo Central de los Judíos en Alemania y a la que han adherido, entre otros, representantes políticos y miembros de la Iglesia evangélica.
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