El Papa recibió hoy a la comunidad del Pontificio Instituto Teutónico de Santa María dell’Anima, en Roma. Esto por la conmemoración de los 500 año de la elección de Adriano VI, el penúltimo Papa Germánico, que esta sepultado en la iglesia del Colegio.
Francisco habló de la figura de ese Papa, de su labor para unir a Francisco I de Francia y al emperador Carlos V, de su empeño por regresar a los protestantes con la Iglesia.
Instó Francisco a los miembros de este Instituto a seguir los pasos de Adriano VI en su condición de ministros de la Penitencia:
“Esto es importante: la tarea del confesor es perdonar, no torturar. Sean misericordiosos, sean grandes perdonadores, eso es lo que la Iglesia quiere que sean”, dijo el Papa.
Esto se traduce en “dedicar tiempo a escuchar las confesiones, y hacerlo bien, con amor, con sabiduría, con mucha misericordia”. Pero también “este ministerio implica también la predicación, la catequesis, el acompañamiento espiritual; y requiere, ante todo el testimonio. Para ser un buen servidor del perdón de Cristo, el sacerdote debe saber perdonar a los demás; debe ser misericordioso en sus relaciones, ser un hombre de paz, de comunión”, concluyó Francisco.
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