“¿Puede un empresario vivir las virtudes cristianas y a la vez conducir la empresa con eficacia?” se preguntó Juan Vaquer, durante el encuentro, y enseguida afirmó: “este libro da una respuesta clara desde un ejemplo concreto, real y práctico”. Así, Vaquer profundizó sobre la vigencia de las enseñanzas de Enrique Shaw: “En la década del 50 Enrique ya se planteaba que la empresa se estaba deshumanizando. La sustentabilidad está clarísimamente expresada en su obra. Para él, los procesos que valen la pena llevan tiempo, esfuerzo y exigen longanimidad: grandeza y constancia de ánimo”.

Los tres expositores se centraron en los aportes del libro para el empresariado actual: “A través de distintas anécdotas, el libro es un llamado muy fuerte a despertar nuestra vocación: a la santidad, al matrimonio y a nivel empresario para transformar la realidad” señaló Héctor Rocha y destacó: “En su corta vida Enrique iluminó con optimismo la realidad y llevó a otros empresarios a hacer lo mismo. Me gustaría que la lectura del libro invite a poner esto en práctica”. Por su parte, Ricardo Crespo observó que "es mérito de la autora mostrarnos la visión completa de Enrique Shaw, que acude a fuentes inéditas para destacar todas sus dimensiones".

Vaquer destacó dos grandes aciertos del libro: “La elección de fotos normales, de un ser humano como nosotros nos acerca, nos permite ver que Enrique Shaw es un ejemplo imitable, no un santo de altar. Otra gran fortaleza de la publicación es que la autora no se interpone entre Enrique y el lector, sino que se pone como un faro: resalta las ideas de él sin alterarlas. Nos permite acceder a él y a sus pensamientos de una manera muy clara”. Por último, el presidente de ACDE hizo un llamado a la acción: “Enrique Shaw es una persona que demostró en la práctica cómo conducir con eficacia una empresa. Recomiendo la lectura de este libro a todo aquel que quiera formación empresarial, que quiera trabajar o dirigir una empresa”.