Muy cerca de ellos, se destacaba la ministra del ambiente Segolene Royal, ex mujer del presidente francés, Francois Hollande, ataviada con un elegante vestido azul eléctrico.
El presidente Mauricio Macri y su mujer, Juliana Awada -que ayer tuvieron un encuentro privado con el Papa- siguieron la canonización del Cura Brochero en primera fila junto a otras delegaciones oficiales.
El primer mandatario y su mujer se protegían del sol de el Vaticano con un paraguas negro. Macri, incluso, llevaba anteojos de sol.
Muy cerca de ellos, se destacaba la ministra del ambiente Segolene Royal, ex mujer del presidente francés, Francois Hollande, ataviada con un elegante vestido azul eléctrico.
Concelebraban la misa de canonización tres cardenales argentinos venidos especialmente, Estanislao Karlic, Luis Villalba y el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli. Además, 37 obispos, entre los cuales el de Cruz del Eje, postulador de la causa y centenares de sacerdotes, muchos de Córdoba, patria del nuevo santo auténticamente argentino.
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