La cifra, publicada por los medios de comunicación y citada por un académico italiano en Radio Vaticana, fue publicada en diciembre en una investigación del Centro para el Estudio del Cristianismo Global.
La cifra difundida de 90.000 mártires cristianos es mucho mayor que la cifra real verificable, explican desde Puertas Abiertas, que verificó 1.207 casos durante el pasado año.
Desde el lanzamiento de su Lista Mundial de la Persecución, la organización Puertas Abiertas de ayuda a los cristianos perseguidos ha cuestionado la forma en la que otras organizaciones recopilan estadísticas sobre los “mártires” cristianos, argumentando que la cifra de 90.
000 cristianos muertos por su fe en el último año, divulgada en diciembre de 2016 por el Center for the Study of Global Christianity (CSGC), es significativamente mayor que la cifra real verificable.
La cifra, publicada por los medios de comunicación y citada por un académico italiano en Radio Vaticana, fue publicada en diciembre en una investigación del Centro para el Estudio del Cristianismo Global (CSGC, por sus siglas en inglés) del Seminario Gordon-Conwell.
Los académicos afirmaron que llegaron a la cifra contando los asesinatos de cristianos estimados entre 2006 y 2015, dividiendo el total entre 10.
El doctor Ron Boyd-MacMillan, director de investigación de Puertas Abiertas, afirmó en el programa “More or Less” de BBC World Service que había “mucha exageración” en torno a las cifras relacionadas con la persecución de los cristianos y que la investigación de su equipo mostró que el número verificable de cristianos muertos “por razones relacionadas con la fe” entre el 1 de noviembre de 2015 y el 31 de octubre de 2016, un total de 1.
207, era menos del 2% de la cifra ofrecida por el CSGC.
Esta cifra inferior se obtiene a raíz de la investigación de Puertas Abiertas para su Lista Mundial de la Persecución 2017, que clasifica a los 50 países en los que es más difícil vivir como cristiano.
Boyd-MacMillan agregó que la cifra de Puertas Abiertas se basa, siempre que es posible, en testigos y que esta es “probablemente más baja de lo que debería ser, pero hay que dar cifras que se pueden verificar”.
Durante el programa de la BBC, que se emitió el pasado 16 de enero, el experto también mencionó que la caída significativa del número de cristianos muertos por su fe (de la cifra de más de 7.000 en 2015) se explica en el repliegue de grupos yihadistas como Boko Haram en Nigeria, y el de los cristianos en Irak y Siria, los cuales han “huido en gran medida” de las zonas donde corrían el riesgo de ser asesinadas.
El Dr. Boyd-MacMillan argumentó que para medir la “persecución” es necesario mirar otros indicadores, como la libertad de cambiar de religión o la dificultad para fundar iglesias. Según World Watch Monitor, la directora asistente del CSGC, Gina Zurlo, explicó que el centro de investigaciones con sede en Massachusetts cuenta en su informe a todos los que “murieron prematuramente, practicando su fe”, incluyendo a cristianos muertos en la guerra. Sus datos suponen que la mayoría de los cristianos no querrían participar en la guerra, por lo que cualquier cristiano que muere en una ha sido por causa de su fe.
Zurlo admitió que, de la cifra de 90.000, dos tercios habían muerto en conflictos tribales y casi la mitad eran víctimas de la guerra civil en la República Democrática del Congo. El profesor alemán Thomas Schirrmacher, presidente del Consejo Internacional de la Sociedad Internacional para los Derechos Humanos, expresó que la cifra de 90.000 es engañosa porque da “la impresión de que alguien contó 90.000 casos” y no anotó si el cristiano que murió fue asesinado por causa de su fe o no.
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