Monseñor Dus expresó:

Como obispos del NEA nos ha parecido oportuno recordar algunas verdades, valores y actitudes que nos sostienen en esta delicada situación que vive nuestro país.

Por eso nuestras reflexiones han ido justamente en confrontarnos con la realidad presente para poner una palabra en defensa de la vida y de la dignidad de las personas. No olvidarnos que lo que construye una sociedad es la fraternidad y el diálogo, en este respeto que hemos aprendido en estos 40 años de democracia a la institucionalidad.

Desde nuestra región del NEA que exhibe un perfil cultural y una piedad popular acentuada queremos como obispos sumar nuestra voz a la de todos lo que se hacen oír también en el espacio social y político en buscar el bien común. Creemos que el humanismo cristiano, que siempre está teñido de esperanza y de optimismo, ha ayudado a reconstruir a la Argentina en distintos momentos; nuestra zona es un ejemplo de ello, porque lo ha hecho junto con otras tradiciones religiosas en el momento presente, pero también anclado en una tradición de diálogo y de colaboración con los distintos credos presente en nuestra región.

Fruto de sentirnos en un camino de integración entre inmigrantes y culturas aborígenes, no se nos ocultan los problemas que arrastramos, ni tampoco el miedo y el desaliento que genera también la situación de estrechez y de necesidad que vive nuestra gente. Junto al testimonio del Papa Francisco, alentamos a que afiancemos toda nuestra responsabilidad en el lugar desde el cual estamos y desde las situaciones y responsabilidades que tenemos para afianzar, como expresa Francisco en su mensaje, Fratelli tutti, afianzar entre todos la mejor política al servicio de la amistad social y de la fraternidad.

Nos parece a los obispos de la Región NEA que vale la pena, como hace 40 años, apostar por el futuro de nuestra región y de la Argentina toda. Nos sentimos junto con todos los ciudadanos que caminamos la región y el país responsable de seguir haciendo fecunda esa presencia de la fe cristiana en el presente y en el futuro de la Argentina, que también quiere contribuir al bien de todos.

Con este sentido hemos querido ofrecer nuestras reflexiones a todas las personas católicas de la Región Pastoral NEA especialmente, pero también a aquel que espera una palabra de los obispos y de la Iglesia en este momento particular. Que ella resuene en nuestro corazón una esperanza que nos lleve al compromiso a sostener nuestro camino democrático y republicando en el respeto a las instituciones y a favorecer la coherencia y la ética en todos los campos. En eso comprometemos nuestra actividad, nuestra caridad y el servicio a nuestra gente.