Ante la mirada incómoda de algunos cardenales que debieron compartir la cena en la residencia de Santa Marta con dos laicos argentinos que el Papa presentó en el comedor con picardía como “dos piratas argentinos”, Francisco pasó toda la tarde del sábado con José María del Corral y Enrique Palmeyro, directores de Scholas Occurrentes -la red global educativa impulsada por el Papa-, ultimando los detalles del IV Congreso Mundial de Scholas que comenzó hoy aquí, en Roma.
Con el propósito de acercar experiencias de escuelas de diversos credos y geografías, la misión que Bergoglio asignó a Scholas es la de construir una cultura del encuentro y la inclusión a través del deporte, el arte y la tecnología. Esta vez, el tema del congreso que Francisco clausurará el jueves con una videoconferencia a través de la que se comunicará con chicos discapacitados de distantas partes del mundo, es la responsabilidad social educativa.
El Papa promueve recuperar el pacto educativo porque él cree que las sociedades fueron delegando y dejando exclusivamente en las manos del docente la responsabilidad educadora que la sociedad debe asumir –dice Del Corral-. En la red mundial de Scholas ya hay 400 mil escuelas de distintas religiones, públicas y privadas, que están trabajando en este sentido”.
“La responsabilidad social educativa es la cultura del encuentro en el campo de la educación. De la mano del Papa Francisco Scholas promueve que todos los sectores sociales se comprometan”, agrega Palmeyro.
Durante la inauguración del congreso que, en el aula del Sínodo del Vaticano convoca durante cuatro días a especialistas y pedagogos de 40 países, el obispo canciller de la Pontificia Academia de las Ciencias, monseñor Marcelo Sanchez Sorondo, destaca que uno de los grandes desafíos del mundo contemporáneo es la inclusión social “que fundamentalmente es educación”.
El jefe de Ceremonial del Vaticano, monseñor Guillermo Kärcher, enfatiza que la propuesta del Papa “es una idea revolucionaria porque está reuniendo distintas realidades, distintas entidades, desde educadores, empresarios, políticos, artistas, deportistas, más allá de las fronteras de la religión. Acá no importa el credo sino la buena voluntad”.
“Se dice que la educación es una respuesta a un derecho fundamental que cada persona trae cuando llega a la vida –agrega el arzobispo italiano Angelo Zani, secretario de la Congregación para la Educación Católica-. El derecho a ser ayudado a madurar, a crecer a realizar su propia identidad.”
“Cuando un pedagogo le preguntó al Papa qué tenía en mente con Scholas, él dijo: ‘Un salvataje’ –dice Del Corral-. Ese salvataje es el salvaje de la humanidad. No se trata de meter a los chicos adentro de un aula sino de transformar al mundo en un aula.”
Comentá la nota