- Se presentó una placa decorativa de plata en homenaje a quien fuera el embajador de Perú en Suiza durante la ocupación Nazi. José María Barreto arriesgó su vida y su carrera por salvar a 58 judíos de una muerte segura.
El Congreso Judío Mundial (CJM) homenajeó ayer al diplomático peruano, José María Barreto, cuyos esfuerzos heroicos por salvar a docenas de judíos del nazismo contra la voluntad de su gobierno, le costaron la carrera. En una ceremonia especial en la sinagoga Sharon en Lima, el CJM presentó una placa decorativa de plata a la bisnieta del fallecido Barreto, Silvia Saavedra.
"Todo el país de Perú se siente honrado de reconocer a José María Barreto como uno de los suyos", dijo Jack Falkon, coordinador del área de Relaciones Humanas del Comité Judío de Lima, que opera baja el auspicio del CJM. "Las acciones de Barreto sirven como ejemplo para que la comunidad diplomática sepa cómo comportarse en situaciones extremas. Deben seguir su conciencia antes que otra cosa", agregó.
"Incluso en los días más oscuros y las circunstancias más difíciles hubo personas excepcionales que pusieron sus vidas y carreras en peligro por hacer lo correcto y tanto el pueblo judío como el CJM nos encontramos en deuda con ellos", exclamó el director ejecutivo del CJM, Robert Singer. "Las acciones de Barreto jamás serán olvidadas", adhirió en su discurso.
En 1938 el gobierno peruano instruyó a los consulados europeos que no emitieran visas ni permisos a ningún inmigrante, especialmente a los judíos. Abraham Silberschein, director de RELICO, una organización judía que opera en Suiza con el apoyo del CJM, pidió a Barreto, en ese entonces embajador de Perú en Suiza que emita pasaportes para los judíos que se encontraban bajo la opresión Nazi en Alemania.
Cuando las autoridades suizas confrontaron a Barreto en 1943 sobre un pasaporte que se le otorgó a un judío alemán llamado Gunther Frank, el diplomático respondió que había otorgado en realidad 27 pasaportes peruanos a 58 judíos, incluyendo 14 niños como pedido del Comité de Protección Intelectual de los Refugiados, para salvar las vidas de los judíos en los campos de concentración de una muerte segura.
El ministro de Relaciones Exteriores peruano canceló los pasaportes, cerró el Consulado en Ginebra y despidió a Barreto.
"Por años nadie supo la historia de nuestro bisabuelo, porque era un hombre muy humilde. Pero ahora que pasaron los años, nos enteramos de todo. Estamos felices de que haya tenido el coraje para hacer algo así y nos sentimos muy orgullosos de él en nuestra familia", expresó Silvia Saavedra.
Barreto fue el primer peruano en ser nombrado también por el museo Yad Vashem en Israel como un hombre Justo entre las Naciones.
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