Organizada por la agrupación Eretz HaKodesh, participaron más de 500 personas, pertenecientes a 50 kehilot de la región. Iniciativas para desarrollar en unidad y atender las necesidades comunitarias, y creación de un movimiento juvenil religioso.
Organizada por la agrupación Eretz HaKodesh, la primera convención de comunidades judías observantes de Sudamérica convocó durante tres días, en Buenos Aires, a más de 500 personas, pertenecientes a 50 kehilot, que renovaron el compromiso para trabajar conjuntamente en proyectos e iniciativas a favor de la comunidad.
“El objetivo de este encuentro inédito fue celebrar el crecimiento exponencial de las comunidades observantes de Sudamérica en general, y de la Argentina, en particular. Eretz HaKodesh tiene como meta acompañar y apoyar este crecimiento mancomunado en la región y potenciar el vínculo con Israel”, afirmó el Rab Eliahu Hamra, presidente de la agrupación para la órbita de los países de América del Sur.
“La convención brindó un gran marco institucional para consolidar el proyecto e impulsar un camino de trabajo conjunto, basado en la cooperación, la unión y el sentido de comunidad”, manifestó Hamra al término del encuentro, del que participaron representantes de comunidades observantes de Israel y los Estados Unidos.
El evento, que se desarrolló del 2 a 4 de diciembre en el Hotel Sheraton Retiro de Buenos Aires, fue organizado con el apoyo del Departamento para la Periferia e Involucramiento en la Diáspora de la Organización Sionista Mundial, y contó con la presencia del Rab Pésaj Lerner, presidente a nivel global de la agrupación Eretz HaKodesh.
Con una agenda que incluyó conferencias, espacios de reflexión y participación, la convención tuvo entre sus momentos más especiales la realización de multitudinarios encuentros de Shabat, y un cierre del evento, instancias que contaron con la presencia de destacadas personalidades.
Entre ellas, el embajador del Estado de Israel en la Argentina, Eyal Sela; el presidente de AMIA, Amos Linetzky; el presidente de DAIA, Jorge Knoblovits; la representante de la Organización Sionista Mundial y de la Agencia Judía para el Cono Sur, Gabriela Glazman; el presidente de Keren Kayemet LeIsrael, Daniel Lew; el secretario general de la Organización Sionista Argentina, Federico Nemetzki; el vicepresidente de CUJA, Ignacio Sztutwojner y el académico rábino Fishel Szlajen.
Asistieron la agregada de diplomacia pública y vocera de la Embajada de Israel, Amital Perry; y el cónsul de Israel en el país Yehuda Golán, en tanto que el Gran Rabino de la Congregación Sefaradí de la Argentina Yesod Hadat, Rab Yosef Chehebar, envió sus salutaciones a través de un mensaje grabado.
También estuvo presente el director del Registro Nacional de Culto, Jorge Stokland, mientras que el secretario de Culto de la Nación, Guillermo Oliveri, recibió a una delegación de la convención en su despacho de la Cancillería argentina.
Además formaron parte de la convención presidentes y dirigentes comunitarios de instituciones que apoyan el proyecto. Entre ellos, los rabinos Daniel Oppenheimer (Ajdut Israel), Abraham Serruya (Sucath David), Reuben Yacar (Shaaré Sión), Iosef Dlin (Yesod Hadat), Iedidia Soae (Shaaré Tefilá), Shaúl Husni (Mekor Jaim), Gabriel Duer (Chalom), Shimón Axel Wahnish (Acilba), Netanel Duer (Bajurim), Daniel Saieg (Pardés HaTorá), Abraham Freue (Peer HaDaat), Itzjak Plotka (Talpiot), Meir Serruya (Castex), Mario Carciente (Aish HaTorá), Uriel Husni (Mikdash Iosef), Mendel Mizrahi (Or Mizraj Jabad), Yehuda Strul (Tucumán), Mike Bengio (Chile); y los referentes de la agrupación Eretz HaKodesh en Sudamérica, rabino Moshé Fried (Brasil), Aharón Benzadón (Chile), Abraham Mizrahi (México) y Amijai Bendersky (Uruguay).
Asimismo, se dieron cita, en el evento, referentes de las comunidades de las ciudades de Córdoba, Tucumán, Santa Fe, Rosario, Corrientes y La Plata.
“El encuentro puso de manifiesto la gran unión existente entre las comunidades”, aseguró Eliahu Hamra, quien fue uno de los oradores en la cena que se realizó el sábado por la noche. Al subir al escenario y compartir su mensaje, el presidente de Eretz HaKodesh para Sudamérica recordó el trabajo que se realizó desde la agrupación, para brindar respuestas ante las necesidades extremas que impuso la pandemia por Covid-19.
“Fue un momento que demostró la necesidad de unión entre todos y de ayuda al prójimo. Necesitamos unir fuerzas e interactuar con los otros para conseguir los objetivos”, concluyó.
“Este encuentro será el comienzo de una gran cantidad de proyectos que impulsaremos por el bien de todas las comunidades de Sudamérica”, agregó Eliahu Hamra al hablar en la convención.
Entre otras iniciativas que se lanzaron en el marco del evento, se anunció la creación de un movimiento juvenil religioso, y diferentes acciones que se realizarán para apoyar y acompañar a los jóvenes para que puedan viajar y estudiar en Israel, y generar actividades para la juventud observante en el país.
Fortalecer la identidad judía y los valores de la Torá en Israel y la diáspora; promover el desarrollo de programas educativos judíos; apoyar y acompañar a estudiantes de Yeshivot y Midrashot de Sudamérica en Israel; y empoderar a líderes jóvenes comunitarios para el crecimiento de sus comunidades observantes, son los pilares más relevantes que constituyen la visión de la organización.
“El propósito de Eretz HaKodesh es constituir una base de actividades y unión entre todas las comunidades judías observantes del mundo, con el objetivo de acompañar y atender sus necesidades, y lograr un permanente vínculo con la actualidad de Israel y lo que acontece en todo el mundo judío”, concluyó el rabino Eliahu Hamra.
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