Fue en el marco de la Asamblea de Pastoral anual de la arquidiócesis de Tucumán. La presidió el arzobispo Carlos Sánchez y participaron un centenar de delegados pastorales.
Un millar de personas participaron de la Asamblea de Pastoral anual de la arquidiócesis de Tucumán, que se realizó el sábado 1° de julio en el Colegio Salesiano Tulio García Fernández y que tuvo como objetivo “redescubrir que somos Iglesia-Comunión para la misión”.
Después de la acreditación y el desayuno, el arzobispo de Tucumán, monseñor Carlos Sánchez, dio la bienvenida a los asambleístas, para luego comenzar con la oración. La comisión de Liturgia invitó a los decanatos y pastorales diocesanas a ingresar en procesión con imágenes y símbolos que los representen. Estos fueron llevados al altar y, posteriormente, la asamblea se unió en la adoración al Santísimo.
Una vez finalizada la oración, se presentó un repaso del camino sinodal recorrido desde la Asamblea Eclesial Latinoamericana hasta ahora, tanto a nivel arquidiocesano como en la Iglesia Universal.
A esto le siguió la charla del presbítero Gerardo Diéguez acerca de “Eclesiología de Comunión”, orientada a fortalecer la formación en este tema, que es el tercer lineamiento pastoral de la arquidiócesis.
Durante la reunión se habló de la Iglesia en clave de comunión, las dimensiones de la comunión y los rasgos propios de la eclesiología de comunión del Papa Francisco, para comprender que “estamos llamados a salir a ofrecer, a todos, la vida en Jesucristo”.
Luego llegó el momento del trabajo grupal, en que los asambleístas se tomaron unos minutos de reflexión personal, después de escuchar la Palabra de Dios, para comenzar a contestar las preguntas propuestas. En este espacio de diálogo y discernimiento, se trabajó en torno a lo que se cree que se necesita cambiar como Iglesia para mejorar y crecer en los lineamientos pastorales surgidos de la asamblea de 2022.
A continuación, después de que los coordinadores y secretarios recogieron los aportes de cada grupo, los participantes volvieron a reunirse en el patio del colegio. Allí, monseñor Sánchez leyó una carta dirigida a los fieles escrita por él y monseñor Roberto Ferrari, obispo auxiliar.
“Hemos escuchado lo que el Espíritu Santo nos dice para entender que la Iglesia sinodal es comunión en el Señor y los hermanos, y que siempre es misión; para anunciar y encarnar el Evangelio en todas las dimensiones de la existencia humana, celebrada en la Eucaristía”, destacaron los obispos.
Finalmente, la asamblea se cerró con la bendición del arzobispo y la despedida en procesión de Nuestra Señora de la Merced, mientras se le cantaba a la Virgen en acción de gracias por caminar junto al pueblo tucumano.
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