Desde hace semanas, la pregunta en Francia no es quién ganará las elecciones legislativas, puesto que casi todos los sondeos coinciden, si no por cuánto ganará la extrema derecha de Marine Le Pen.
Las últimas mediciones dan una mayoría relativa a Reagrupación Nacional (RN) con un 34,5%, pero el partido necesita una mayoría absoluta --289 escaños-- para gobernar holgadamente.
Unos datos que preocupan en especial a una parte de la comunidad musulmana en Francia, la más mayoritaria de Europa, con unos 6,7 millones de miembros. Desde hace semanas, varios consejos de mezquitas, como el del departamento de Rhone, han pedido a sus fieles "bloquear a Reagrupación Nacional", y sobre todo, evitar la abstención porque según dicen, sería "dar más voz a la extrema derecha islamófoba y racista".
"Yo soy de Argelia. No puedo votar aquí y tampoco me interesa hacerlo", señala un joven repartidor cerca de la mezquita de Levalois-Perret, a las afueras de París. A pesar del fuerte abstencionismo, el electorado musulmán tradicionalmente ha sido (o es) socialista. Esta lealtad tuvo su culmen en 2012, tras las presidenciales en las que ganó François Hollande, según el periódico.
A partir de 2014 se produjo un cambio en el voto; la abstención empezó a crecer aún más y algunos de estos votantes migraron hacia la derecha moderada. En la primera vuelta de las elecciones presidenciales de 2017, Emmanuel Macron consiguió seducir a una importante parte del electorado musulmán (24%), aunque Jean-Luc Melénchon fue la opción favorita (37%). En la segunda vuelta, en cambio, se produjo un relevante giro hacia Macron (92%), que se medía por primera vez en las urnas con Le Pen.
Algo similar pasó en las presidenciales de 2022, donde en la segunda vuelta entre Macron y Le Pen, el 85% de los musulmanes depositaron su voto por Macron, según los datos de Ifop. Sin embargo, en los comicios legislativos adelantadas que se celebrarán el 30 de junio y el 7 de julio la cosa podría cambiar. A la caída de la popularidad del presidente galo, se suma la cuestión palestina y la (casi) asegurada victoria de la extrema derecha. Estos factores ya hicieron virar el voto musulmán de nuevo hacia la izquierda en las pasadas elecciones europeas (74%), pero también provocaron un aumento de la abstención entre esta comunidad con una media de un 59%, según un estudio de Revisión de la ley religiosa.
"Tengo un sentimiento de miedo, mezclado con ansiedad y con una especie de angustia, porque no sé qué va a pasar, no sé cómo será. (...) El primer eje de su campaña es realmente la inmigración. Así que estoy claramente en el punto de mira y, finalmente, soy la oveja negra o al menos el chivo expiatorio de la campaña de Reagrupación Nacional. Entonces no me siento segura, me pregunto qué va a cambiar para mí, estoy en trámites de solicitar la nacionalidad", afirma Fatima --nombre ficticio--. Esta joven trabaja en París en una organización árabe, y pide no revelar su nombre por miedo a represalias.
A diferencia de lo que cuenta Fátima, hay otro discurso que se repite a menudo: "Es normal que la gente vote a RN. El Gobierno de Macron no ha hecho nada y nosotros lo hacemos todo: trabajar, trabajar y trabajar pero nunca te llega. Es momento de un cambio, y radical", explica Oussama, un taxista franco-argelino de París.
Aumento de la islamofobia
"Creo que el programa de RN es casi una paranoia migratoria. (...) Para mí, no es compatible con los valores de la República Francesa y ‘La France des Lumières’", subraya Fátima.
Hay un tema que sí une a las opiniones de la comunidad musulmana y es el aumento de las agresiones islamófobas en los últimos años. Según el Ministerio del Interior, en 2023 aumentaron un 30% los actos "antimusulmanes", y existe un cierto miedo de que estos ataques aumenten aún más tras la llegada del lepenismo al Gobierno, especialmente tras las declaraciones de varios candidatos de Reagrupación Nacional, en las que prometen una ley antiislam en caso de que gane Marine Le Pen en las próximas elecciones presidenciales de 2027.
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