La comunidad jujeña celebró a la Virgen del Rosario y Paypaya

La comunidad jujeña celebró a la Virgen del Rosario y Paypaya

Una multitudinaria procesión recorrió las calles de la ciudad y, como cada año, congregó al pueblo jujeño en la catedral para honrar a la patrona de Jujuy en la misa oficiada por Mons. Fernández.

 

Cientos de fieles jujeños participaron, este lunes 7 de octubre, de la procesión en honor a Nuestra Señora del Rosario de Río Blanco y Paypaya, que se inició en la basílica del Santísimo Salvador y recorrió las calles del centro de la ciudad, encabezada por la imagen de la santa patrona.

En una imponente muestra de fe, la comunidad diocesana se congregó luego en el atrio de la catedral, junto a promesantes, representantes de colegios confesionales, y funcionarios municipales y provinciales. Allí, el obispo de Jujuy, monseñor César Fernández, presidió la misa solemne.

La jornada concluyó con una serenata en el atrio de la catedral, con la actuación de destacados artistas jujeños.

El obispo diocesano presidió también la fiesta central en el santuario de la Virgen de Río Blanco y Paypaya, donde expresó su preocupación por los niveles de pobreza e indigencia que registra nuestro país.

En el marco de los 90 años de la creación de la diócesis y en el comienzo del mes de octubre -durante el cual el pueblo jujeño manifiesta su profunda religiosidad y domingo tras domingo se hace presente en el santuario para rendirle su homenaje de filial devoción a la Virgen- el prelado expresó: "Sabemos que nuestra historia se halla marcada por este signo milagroso de la cercanía de María surgido hace ya siglos, apareciendo aquí en esta zona, intercediendo en favor de su pueblo, defendiéndolo de los ataques y conduciéndolo hacia la pacificación".

"Hace ya más de cuatro siglos que los jujeños caminamos sostenidos por su protección y animados por su amor de Madre, porque, en Río Blanco, María se hace Madre de nuestro pueblo y, desde aquí, nos atrae a su hijo Jesús. María siempre refiere a Jesús", destacó.

A su vez, planteó que "encontramos el sentido de nuestra vida porque en Jesús, el hijo de Dios, somos todos llamados a vivir como hijos de Dios y hermanos entre nosotros; en Jesús, la vida de cada uno de nosotros se abre a su destino trascendente, somos llamados a la gloria".

"Nosotros experimentamos amargamente, en nuestra propia vida, cómo nos hace mal el pecado, y nos preocupan las angustias de todos los hermanos, cualquiera sea su condición social; nos preocupa su soledad, los problemas familiares y sociales, la falta de trabajo, la pobreza y la indigencia, que alcanza a más de la mitad de nuestro pueblo. Nos estremece saber y comprobar que siete de cada 10 niños son pobres en la Argentina", describió.

 

 

Comentando la "Oración por la Patria", creada en 2001, sostuvo que "hoy también los argentinos nos sentimos heridos y agobiados; sin embargo, a los pies de María experimentamos, hoy y siempre, el consuelo en nuestras penas y la fortaleza para no bajar los brazos y seguir luchando por un mañana mejor. Es conmovedor sentir tantas veces -como lo sentimos hoy- que, a pesar de todo lo que nos pasa y lo que nos duele, el alma de nuestro pueblo sigue desbordando fe, esperanza y amor".

"Hoy, al invocarla a María como Madre y Patrona de nuestro pueblo, queremos pedirle por nuestras familias, por las familias de todos los jujeños y por nuestra provincia y nuestra patria, que deben ser una gran familia", consideró, e instó a poner "en el corazón de nuestra Madre los enormes desafíos, los sufrimientos y la vida de cada uno de ustedes y de sus hogares".

Además, animó a "que podamos valorar la vida y cuidarla como un regalo de Dios, y que en familia nos cuidemos unos a otros, que valoremos y cuidemos a nuestros abuelos, porque en ellos está la sabiduría, porque a ellos les debemos todo lo que somos: sepamos escucharlos, quererlos, cuidarlos, tenerles paciencia y darles un lugar de honor en nuestra familia y en nuestra sociedad".

"Mira a tus hijos jujeños, que quieren ser familia. Ayudanos a no mezquinar nuestra entrega de cada día en pos de un futuro mejor. Ayudanos a trabajar juntos, más allá de las diferencias políticas o ideológicas, porque lo que está primero es el bien de los hijos y nietos, y por la promoción humana de quienes necesitan más educación, más trabajo, más dignidad", pidió, e imploró: "Regalanos la gracia, Madre, en estos 90 años de esta Iglesia tuya de Jujuy, que no nos falten las vocaciones a la vida sacerdotal, a la vida consagrada, a la vida misionera".

Y concluyó pidiendo: "Madrecita -lo repetimos cada uno de nosotros con fuerte voz-, fortalece en nosotros la fe, sostén nuestra esperanza, anima nuestro amor fraterno".

Las peregrinaciones al santuario de Río Blanco se realizan todos los domingos del mes de octubre. Los fieles caminan varios kilómetros, muchos de ellos descalzos, como manda la tradición. Muy temprano, sale la procesión desde la catedral basílica, con velas que iluminan el camino, ofreciendo mayor belleza a este espectáculo de fe cristiana. Durante el recorrido van surgiendo misachicos y músicos con sus instrumentos típicos, como las flautas de caña, los pinkullos y las anatas.

 

En el santuario de Río Blanco, la Virgen es recibida con grandes manifestaciones de alegría, traducida en fuegos artifciales y salvas de bombas. También las agrupaciones gauchas realizan su homenaje, partiendo a caballo para llegar hasta ese santuario mariano.+

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