Marcos Peña recibió este jueves al presidente del Centro Islámico de la República Argentina, Aníbal Bachir Bakir, quien le recriminó la detención de dos jóvenes por supuestos vínculos con la organización libanesa Hezbollah.

"El conflicto de Medio Oriente es ajeno totalmente a los intereses argentinos y lo hicieron estallar en el hogar de la Familia Salomon, una tradicional familia argentina honorable y trabajadora", informó el centro islámico.

"Esto nos alerta como Comunidad Islámica Argentina, quienes desde hace décadas colaboramos intensamente para el crecimiento de nuestra Patria".

"Y nos que éstos sucesos continúen afectándonos; siendo que todos los miembros que conformamos nuestra fe, somos gente de respetable honorabilidad", agregaron.

Según informaron, Peña garantizó que "desde el gobierno respetamos y apreciamos a la comunidad islámica. Los argentinos nos enorgullecemos de la diversidad que nos caracteriza y valoramos el diálogo que supimos conseguir".

Como informó LPO, las irregularidades de las detenciones de los jóvenes causaron revuelo en la embajada de Israel, donde no toleraron que se filtrara que la denuncia habría sido realizada por la DAIA.

Consideraron que el Gobierno intentó agitar de manera innecesaria un conflicto muy sensible entre dos comunidades que en la Argentina conviven en paz.

De inmediato, el presidente de la Confederación de Entidades Argentino Árabes (Fearab), Adalberto Assad, denunció de inmediato "persecución hacia la comunidad islámica". Peña tuvo que negarlo.