Durante la celebración del primer encuentro del Seminario permanente de identidad y horizonte pastoral de la Iglesia, el padre Jaime Mancera, Vicario Episcopal Territorial de San José, en la arquidiócesis de Bogotá , invitó al personal y colaboradores del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam) a ampliar su visión del horizonte pastoral, que plantea la renovación y reestructuración.
Para ello ha señalado que “nuestra mirada tiene que ir más allá y comprender que estamos construyendo algo más grande, que estamos contribuyendo a algo más grande y más maravilloso que es el Reino de Dios”.
Al respecto, ha planteado que “la conversión pastoral como los señalaban los obispos en Aparecida brota de un cambio en nuestra mirada sobre la realidad, allí donde trabajamos. Una mirada diferente sobre lo que hacemos sobre lo que venimos haciendo, como servidores del Celam, y por supuesto, una mirada diferente sobre el mundo que nos rodea”.
Dios nos habla
Asimismo el presbítero ha invitado a comprender en su magnitud el proceso de renovación, donde “descubrimos que las realidades de las cuales Dios nos habla, nos están pidiendo actualizarnos, encontrar nuevos caminos, nuevos instrumentos, nuevas herramientas para hacer ver que cuando acogemos a Dios pues las cosas se transforman y se hacen nuevas”.
Por lo que ha invitado a todos a ver a través de los ojos de Jesús, desde una posición de misericordia, amor por el prójimo, movidos por una verdadera conversión personal y pastoral.
Por supuesto, el cambio, esta forma nueva de trabajar, “no lo puede hacer solamente una persona, no lo podemos hacer solo nosotros los sacerdotes, los obispos; no, es un trabajo de todo el pueblo de Dios que caminando juntos”
“Nos escuchamos los unos a los otros y juntos escuchándonos, escuchamos lo que Dios quiere y eso es lo que vamos a seguir profundizando en los próximos encuentros”, apuntó.
Todo está conectado
En cuanto a los desafíos sociales, el padre Macera señala que “nos interpelan y eso no es un asunto solamente de oración, si no es un asunto de reconocer a Dios que clama en la voz de los pobres, que clama a través de todas las problemáticas ecológicas”.
“Porque pues todo está conectado como nos decía el papa Francisco en su carta encíclica Laudato Si’, nuestra mirada no es a mirar cositas y problemitas, sino que hay un proceso en el cual tenemos que reconocer que todo está conectado”, ha dicho.
El sacerdote anima a personal y colaboradores del Celam a proseguir “todo este camino de preparación” para que “dejemos que el Espíritu nos ayude a ver la realidad con los ojos de Jesús y a descubrir precisamente las motivaciones profundas que nos mueven a todo este proceso de renovación y de reestructuración”.
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