El Gobierno y las FARC firman un nuevo documento tras la renegociación que impuso la victoria del “No” al primer Acuerdo.
por Luis Badilla
Se anunció oficialmente, en Cuba y en Colombia, que el Gobierno del Presidente Manuel Santos, Premio Nobel de la Paz 2016, y la ex guerrilla de las FARC lograron un acuerdo definitivo y firmaron un nuevo documento que incorpora una gran parte de las críticas y perplejidades que los partidos manifestaron en el referendo del 2 de octubre para rechazar el primer documento. Por ahora el texto del nuevo Acuerdo que alcanzó la renegociación no se ha hecho público. Ni siquiera se sabe cuál será el mecanismo para refrendar oficialmente el nuevo acuerdo.
El ex Presidente Álvaro Uribe, principal referente del “No”, pidió que el documento firmado no se considere definitivo y sea sometido nuevamente al análisis de los partidos y grupos que rechazaron el primer acuerdo. Por su parte, Santos comunicó al país que de las 57 objeciones presentadas contra el Acuerdo, solo una no condujo a una modificación. Es el punto correspondiente a la elegibilidad de los jefes guerrilleros, que implicaba negar a las FARC la posibilidad de participación política como partido constitucional.
“Dije que el acuerdo del 26 de septiembre –declaró el jefe negociador del gobierno colombiano, Humberto de la Calle- era el mejor acuerdo posible. Pero hoy, con humildad, reconozco que este acuerdo es mejor, en cuanto que resuelve muchas críticas”.
Las agencias informan que uno de los negociadores del gobierno aclaró que una de las novedades relevantes respecto del texto de agosto es la obligación que impone a las FARC de presentar un inventario completo de sus propiedades, que serán destinadas al resarcimiento de las víctimas. También se eliminaron los magistrados extranjeros de los tribunales especiales de paz, aunque se acepta la eventual participación de observadores de otros países. Igualmente quedó establecido que la guerrilla deberá entregar de manera “exhaustiva y detallada” toda la información relacionada con su participación en el tráfico de droga. Santos proporcionó además algunos otros detalles en su breve discurso.
El jefe del Estado colombiano dijo que en el nuevo texto se define con precisión en qué consiste la “restricción efectiva de la libertad” a la que podrán acceder los miembros de las FARC. Con lo cual queda incorporada una de las principales objeciones del frente del “No” en el referendo. Por el contrario, respecto de otro de los temas que generaba mayor rechazo, la elegibilidad de los jefes guerrilleros de las FARC para cargos públicos, el Presidente explicó que es el único de los 57 puntos objeto de la renegociación en el que las FARC no hicieron ninguna concesión, pese a los esfuerzos de la delegación gubernamental.
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