En el marco de los encuentros organizados por la Unión de Clubes Parroquiales (UCP) a lo largo y a lo ancho del país, los clubes de la región centro tuvieron su jornada de encuentro en la que compartieron comidas, deportes y acciones pastorales.
El sábado a la mañana llegaron los micros con más de 150 niños y niñas al Cottolengo Don Orione, lugar elegido para el encuentro por la capacidad de albergar deportes y actividades simultáneas para esa cantidad de personas en su polideportivo. Los locales del club Héroes de Malvinas esperaban a los clubes que llegaron desde puntos dispersos de toda la provincia con sus colores y su impronta: María Madre de Río Cuarto, Deportivo Sacchi del Barrio Sacchi, Espacio Puente Cura Brochero de Comercial, Centro Barrial de la Esquina de Suárez e incluso una comitiva que está organizando un club en la localidad de Cruz del Eje.
La jornada comunitaria a cargo de los profesores Juan Manuel Gauna y y Pablo Filippi, desarrolló propuestas desde las 10 de la mañana hasta las 18hs, en las que se destacaron los juegos, las actividades dinámicas y las competencias y partidos deportivos, para finalizar con una celebración popular y misa comunitaria.
“Estamos felices, es una alegría vivir una jornada de esta magnitud y poder disfrutar trabajando en propuestas deportivas y comunitarias con el perfil pastoral que acompaña”, resalta Juan Manuel, que además es coordinar en la UCP. Y continuó “en días como este se refleja fielmente la mirada de la Unión de Clubes, trabajando los valores, la mística y la importancia de una comunidad que abrace al deporte, a los clubes y a los niños y niñas”.
Durante la actividad también se hizo hincapié en el rol docente que los mismos profes y el mismo desarrollo de los clubes de la Unión pregona. Al respecto, Juan Manuel resaltó: “Es estructural y fundamental el trabajo comunitario y voluntario de los profes que han generado las condiciones para que la comunidad organizada pueda desarrollar este evento tan importante para tantos niños y niñas”. En los encuentros de clubes de la UCP enseñar, aprender y acompañarse mutuamente son parte de un mismo trabajo.
Finalmente, y luego de desayuno, almuerzo y merienda en la que todos colaboraron, fue la celebración popular, los cánticos propios de cada club que los chicos y chicas cantaban, los que le dieron el cierre. En la misa comunitaria, las camisetas y uniformes estaban mezclados y ya no existían rivalidades deportivas. Ese fue el broche de oro del encuentro.
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