La comunidad de Quilmes se encuentra en estado de alerta ante la amenaza de desalojo de su predio. Se trata de una institución creada por el impulso de los vecinos del barrio hace casi cuarenta años. En el día de hoy el reconocido cura villero, Padre Pepe Di Paola hizo llegar su apoyo a las autoridades y deportistas del club.
El Club Social y Deportivo Zapiola se encuentra en peligro ante una orden de desalojo prevista por la justicia para mediados de diciembre. Dirigentes, deportistas y vecinos resisten de manera pacífica y realizan distintas iniciativas para visibilizar la situación.
Zapiola se fundó el 12 de abril de 1987 por el impulso de todo el barrio. La institución se encuentra ubicada sobre la Avenida Pedemonte, entre 191 y 192, Bernal Oeste. Los terrenos fueron cedidos por la familia Caffarena; gracias a la dedicación de los vecinos se hizo de aquel basural un lugar mejor para vivir. Se necesitaron decenas de camiones de tierra para hacer realidad un sueño.
Con amor, esfuerzo y sacrificio se levantó este predio que cuenta con canchas de fútbol de once y de siete jugadores, una cancha de vóley y un salón de usos múltiples. Se practica fútbol infantil, femenino y veterano, además de boxeo. También se dictan talleres de dibujo, clases para el Plan FINES, al tiempo que presta sus instalaciones para las escuelas de nivel secundario Nª 36 y Nª 46, donde asisten más de doscientos cincuenta alumnos.
Por otra parte, brinda su espacio para que iglesias, organizaciones y el municipio de Quilmes las utilicen para actividades de todo tipo. Desde el comienzo de la pandemia se abrió un PUNTO SOLIDARIO, que entrega módulos alimentarios para cincuenta familias.
En 2003 supuestos dueños se presentaron ante la justicia, desconociendo la voluntad de su antiguo propietario. El juicio que lleva casi dos décadas estuvo paralizado durante años. En 2018 el barrio impidió una orden de desalojo dispuesta por la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires.
El expediente pasó por todas las instancias hasta llegar a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, donde está pendiente un recurso de queja presentado por la entidad. Sin embargo, el Juez de Primera Instancia ordenó el desalojo. “Tenemos una situación judicial compleja. Tenemos un desalojo para el 15 de diciembre ya que el poder judicial no está priorizando la función social que cumple este club en el barrio desde hace cuarenta años”, sostuvo la presidenta de la institución, Gabriela Figueroa.
La lucha de Zapiola tiene el acompañamiento de distintas organizaciones, entre las cuales se encuentra la Unión de Clubes de Barrio de Quilmes. Tal es así que su representante legal, Esteban Corrales, representa al club en el proceso judicial mencionado.
En la historia del distrito quilmeño nunca una entidad social, cultural y deportiva fue desalojada.
Los clubes de barrio, las organizaciones libres del pueblo y los vecinos de Quilmes están movilizados para impedirlo. “Siento mucha tristeza por todo esto que está pasando. Nunca pensé en llegar a esta instancia, no se nos hace la idea de quedarnos sin club. Por estos cuarenta años tenemos que luchar para decirle que no al desalojo de Zapiola”, afirmó el tesorero de la institución, Eduardo Díaz.
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