La situación en el tapón del Darién es crítica. 2500 personas – en su mayoría venezolanos – cruzan a diario este peligroso paso en la frontera entre Colombia y Panamá como refiere a ADN Celam, Jorge Ayala, representante de la Red Clamor en Panamá y coordinador de la Pastoral de movilidad humana del Episcopado panameño.
Han sido varias las alertas emitidas por la Iglesia en este país, encabezadas por monseñor José Domingo Ulloa, arzobispo de panamá y segundo vicepresidente del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), quien ha advertido que cerrar este paso fronterizo resultaría imposible.
De hecho, Ayala suscribe al prelado indicando que “el cierre de fronteras es una falacia, es imposible, porque es una selva, hay mucha porosidad y si cierras una trocha, pues encontrarán dos y tres. Eso es lo que pone en peligro a la misma población migrante que la coloca en manos de los traficantes”.
Situación inédita
Ya Panamá ha entrado en una crisis migratoria en el Darién, ¿cómo describe la situación?
“Estamos ahorita en una situación inédita, se han desbordado completamente las capacidades de todas las organizaciones y autoridades que están presentes sobre todo en áreas frontera de Panamá con Colombia en el área de Darién.
Las autoridades han tomado algunas iniciativas, pero vemos muy difícil que eso cause algún tipo de efecto para impedir la entrada de las personas que están del área de Colombia queriendo pasar la selva de Darién.
La Iglesia está en este momento analizando la situación, todo el contexto para ver qué posibles respuestas podemos organizar, pero definitivamente nos preocupa mucho la magnitud y la complejidad de un fenómeno que nos sobrepasa”.
Servicio pastoral limitado
Frente a ello, ¿qué acciones puntuales está realizando la Iglesia?
“A través de la Red Clamor Panamá, las organizaciones que forman parte, están presentando diferentes proyectos e iniciativas para poder fortalecer algunos comedores, habilitar albergues, casas de acogida a migrantes.
Pero tenemos que entender también que la frontera con Darién está militarizada y el servicio pastoral se ve muy limitado, porque no tenemos acceso a las propias estaciones de recepción migratoria para hacer otro trabajo.
Las autoridades nacionales mantienen concentrada en estaciones a la población migrante, por tanto, establecer un centro de acogida de migrantes en el Darién tendría que estar coordinado junto con las autoridades migratorias”.
En cuanto a cifras, ¿cuántos migrantes han atravesado el Darién?
“Han pasado más de 330.000 personas en lo que va de agosto. Justo la semana pasada escuché declaraciones de las autoridades migratorias y están pasando de 2500 personas por día. Estimamos que nos acercaremos como a medio millón de personas a final de año que pasen por esta zona”.
Reconocer las verdaderas causas de expulsión
¿Cuál es el llamado que hacen a las autoridades frente a esta crisis?
“Un primer llamado a las autoridades lo ha hecho monseñor Ulloa. El cierre de fronteras es una falacia, es imposible, porque es una selva, hay mucha porosidad. Si cierras una trocha, pues encontrarán dos y tres .Y eso pone en peligro a la misma población migrante que la coloca en manos de los traficantes.
El segundo llamado es también a reconocer que cualquier promesa fácil de cruzar el Darién es una gran mentira, pues hemos escuchado algunas declaraciones de las autoridades que la gran mayoría de las personas migrantes están siendo engañadas. Se les vende el sueño americano y que el paso por la selva es un paso muy fácil, relativamente corto, cuando no es así.
Esa narrativa también es producto del desconocimiento de las causas estructurales de la migración: el tema de las crisis políticas, las crisis sociales, el tema de la persecución y, sobre todo, el tema de la criminalización.
Es decir, muchas personas están saliendo de sus países, porque son Estados fallidos en donde las organizaciones criminales son las que en la práctica tienen el control de los territorios y están expulsando a las personas”.
Ensanchar la tienda
La xenofobia es un problema latente en los países receptores, ¿qué llamado hace a la ciudadanía?
“En la JMJ 2019 de Panamá, el papa Francisco habló acerca de la nobleza del pueblo panameño. Somos un pueblo noble, pero al mismo tiempo somos un pueblo que desconoce el fenómeno migratorio, no nos ha tocado migrar como han migrado los hermanos por ejemplo de Nicaragua, de Venezuela, de Colombia, por citar algunos ejemplos de la región.
Entonces el llamado sería a ‘ensanchar nuestra tienda’, pero ensanchar también nuestro corazón y nuestra mente para poder conocer mejor el drama que viven estas personas.
Al conocer las causas por las cuales están migrando, podríamos entender y sentirnos interpelados para poder acoger, promover, promover e integrar a los migrantes, que es lo que nos pide el Papa Francisco y la Iglesia en general.”
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