El jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, firmó el decreto N° 257/23, que instituye por ley que el 13 de diciembre de cada año sea el Día de la Patrona del Barrio de Barracas, santa Lucía de Siracusa, en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires.

El proyecto de ley para establecer esa fecha fue impulsado por la legisladora porteña Carolina Estebarena (Juntos por el Cambio).

Además de Rodríguez Larreta, refrendan el decreto el ministro de Cultura porteño, Enrique Avogadro, y el jefe de Gabinete de Ministros, Felipe Miguel.

Considerandos del proyecto

Que la devoción local a Santa Lucía tiene sus inicios en 1733, con la edificación de una pequeña capilla erigida donde actualmente se cruzan las calles Sarmiento y Montevideo, aunque el culto popular se remonta al año 1783, cuando la dueña de esos terrenos, María Josefa Alquizalete, decide trasladar la ermita a las tierras que poseía por el camino de la ensenada de Barragán y Pampas (posteriormente llamada calle Larga, luego Av. Santa Lucía y actualmente Av. Montes de Oca) y obtiene la autorización del obispo de Buenos Aires, Fray Sebastián Malvar y Pinto, para emplazar allí un oratorio de 8 x 7 metros. Este acontecimiento marca el comienzo de la historia del templo de “Santa Lucía”.

Que años más tarde, el 31 de mayo del año 1803, el obispo Benito de Lué y Riega convierte a la capilla en oratorio público.

Que un hito en la historia del fervor a Santa Lucía ocurre en febrero de 1871, durante la denominada “Procesión de la sequía” -en la que los fieles a la virgen se unían a las rogativas generales pidiendo por una lluvia que ponga fin a la sequía que venía azotando al país entero-. Ese día, bajo un despejado cielo azul, sacaban de la capilla la imagen de la Santa y la llevaban en solemne procesión por la calle Larga. Al terminar el recorrido, mientras todo el pueblo reunido seguía en oración, se desataba una lluvia torrencial que traía el tan ansiado alivio.

Que a más de 200 años del comienzo del fervor por la virgen, hoy sus devotos continúan la tradición y se reúnen todos los 13 de diciembre frente al templo para saludarla con sus pañuelos blancos, una demostración de que el barrio de Barracas sigue fiel a su Santa Patrona, Lucía de Siracusa, protectora de la vista, de los campesinos, los electricistas, los afiladores, los cortadores y los escritores.