El cardenal Celestino Aós ofreció a la Iglesia católica como mediadora para recibir los datos de personas en esa situación durante la dictadura de Augusto Pinochet. Participó el presidente Gabriel Boric y hubo oraciones ecuménicas e interreligiosas.
El arzobispo de Santiago, Celestino Aós, hizo un llamamiento este lunes a quienes tengan información sobre los desaparecidos en la dictadura de Augusto Pinochet y ofreció a la Iglesia católica como mediadora para recibir los datos.
"Hermanos que tienen informaciones, les pedimos, por el bien de los familiares que sufren y por el bien de ustedes mismos, que compartan esos datos", dijo Aós durante el Te Deum Ecuménico, una liturgia que se celebra en la catedral metropolitana de Santiago durante las Fiestas Patrias.
El arzobispo aseguró que "hace daño quienes ven sufrir a hermanas y hermanos, porque no conocen la verdad acerca de sus familiares detenidos o desaparecidos".
"De la mejor forma, nosotros, como Iglesia católica, estamos disponibles para prestar ese servicio de recibir la información y entregarla anónimamente a las autoridades", añadió la autoridad eclesiástica.
Las palabras de Aós tienen lugar una semana después de la conmemoración del 50° aniversario del golpe de Estado que derrocó al presidente socialista Salvador Allende y dio paso a una cruel dictadura de 17 años.
La liturgia se inició con la presencia del presidente Gabriel Boric y con el encendido del cirio de los Derechos Humanos, mientras el coro y los asistentes -sosteniendo una pequeña vela en sus manos- entonaban la canción escrita por el Padre Esteban Gumucio y musicalizada por Andrés Opazo, "Tú, mi hermano".
Este cirio fue encendido por primera vez en el Simposium Internacional de los Derechos Humanos que el cardenal Raúl Silva Henríquez inauguró el 22 de noviembre de 1978, y con él, se rindió homenaje a la Vicaría de la Solidaridad que dio refugio a las víctimas de los derechos humanos durante la dictadura, cuyo Golpe de Estado se conmemoran los 50 años en este 2023.
El régimen encabezado por Pinochet dejó un saldo de más de 40.000 víctimas, entre ellas al menos 3.200 opositores asesinados, de los cuales un millar permanecen aún desaparecidos.
El Gobierno del progresista Gabriel Boric lanzó recientemente el primer plan nacional de búsqueda de los desaparecidos, pues hasta ahora las iniciativas habían recaído en grupos de familiares, agrupaciones de víctimas de la dictadura y organizaciones de derechos humanos.
Boric agradeció el llamado del arzobispo y aseguró que la reconciliación del país solo es posible con "la memoria, la justicia y la verdad".
"Nos hemos comprometido institucionalmente a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para conocer toda la verdad", añadió el mandatario.
Chile conmemoró los 50 años del golpe sumido en una gran polarización y con una clase política muy crispada que no es capaz de llegar a consensos sobre el quiebre democrático.
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