- En un comunicado publicado este martes, el Centro Islámico de la República Argentina, fija su posición y le dice no a la insolencia de Emmanuel Macron, Presidente de Francia, contra nuestro Profeta (paz y Bendición) y a su campaña de estigmatización y coerción contra los musulmanes.
Texto del comunicado:
Francia tiene la población musulmana más grande de Europa Occidental con más de 6 millones de personas y el Islam es la segunda religión del país. Durante siglos los musulmanes en Francia gozaron de una situación especial. La Gran Mezquita de París fue inaugurada por el presidente de la República, Gaston Doumergue, en 1926 y su rector, el Sheij Si Kaddour Benghabrit (1868-1954) fue galardonado con la Legión de Honor, máxima condecoración nacional, por haber salvado a centenares de judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Igualmente, durante las presidencias de Charles de Gaulle, Georges Pompidou, Francois Mitterrand y Jacques Chirac, el Estado francés concedió numerosos beneficios a los musulmanes y entre las obras para promocionar el Islam y su cultura vale mencionar la inauguración del Instituto del Mundo Árabe de París en 1987.
Pero todo comenzó a cambiar a partir de la presidencia de Nicolas Sarkozy (2007-2012). Los musulmanes comenzaron a ser cuestionados, censurados y finalmente perseguidos. Esta tendencia recrudeció ostensiblemente con el ascenso al poder de Emmanuel Macron en 2017.
Ahora, con la excusa de un extraño asesinato sucedido el viernes 16 de octubre pasado, la política del odio hacia el Islam y los musulmanes se profundizó en toda Francia. El domingo 18 de octubre dos mujeres musulmanas fueron apuñaladas frente a la Torre Eiffel en París. Pero lo peor estaba por venir. Desde las esferas oficiales se comenzaron a proclamar frases de odio hacia los valores del Islam y al mismo tiempo se anunciaron medidas para restringir las libertades de los musulmanes.
Las caricaturas del Profeta Muhammad (Paz y Bendición) no forman parte de la “libertad de expresión”. Tampoco forma parte del “pensamiento libre” burlarse de Jesús y María (la Paz sea con ellos), o de los Profetas del Monoteísmo como Abraham, Moisés, David y Salomón. Se trata en realidad de engendros vinculados a aquellos que quieren ofender la fe de millones de creyentes del Islam, el Cristianismo y el Judaísmo.
Hace pocos días atrás, lejos de buscar la moderación, el diálogo y la concordia, el presidente Macron enfatizó: “No renunciaremos a las caricaturas ni a las ilustraciones”. El presidente francés piensa implementar una serie de medidas discriminatorias y persecutorias, entre ellas prohibir la entrada de imames provenientes de Marruecos, Túnez y Argelia. Por esta y otras razones, en una reciente columna de opinión en el importante matutino Le Monde, el rector de la Gran Mezquita de París, el Dr. Shamsuddín Muhammad Hafiz advirtió contra el peligro de estigmatizar a los musulmanes. El Sheij Hafiz es abogado, tiene 66 años y es nacido en Argelia.
Este lunes 26 de octubre, la ministra de Cultura, Roselyne Bachelot, reiteró sus argumentos en defensa del derecho de hacer caricaturas sobre el Profeta del Islam, diciendo en una entrevista al canal BFMTV: “La caricatura, la blasfemia, forman parte de la cultura francesa”. Bachelot repitió que todo eso “es algo constitutivo de la cultura francesa”. Macron y Bachelot apuestan al odio y al enfrentamiento en lugar de buscar la paz, la compresión y la convivencia.
El presidente Macron y su ministra de cultura Bachelot se equivocan gravemente al asegurar que “La caricatura y la blasfemia forman parte de la cultura francesa”. Esta aseveración se encuentra en las antípodas de la tradición cultural de la República Francesa y sus ideales revolucionarios de “libertad, igualdad y fraternidad”.
Recordemos a los grandes representantes esenciales de la cultura francesa que pensaban y razonaban de manera muy distinta a Macron y Bachelot. Por ejemplo, el filósofo francés Pierre Bayle (1647-1706), considerado una de las grandes figuras de la primera Ilustración (junto a Pierre Corneille, François de La Rochefoucauld, Molière y Jean Racine), en su famoso «Diccionario histórico y crítico» (1696), redactó una biografía del Profeta Muhammad (PyB) en la que vierte elogiosos comentarios sobre el Islam y su Profeta a lo largo de cincuenta páginas. Igualmente, el conde Henri de Boulainvilliers (1658-1722), historiador francés, en su obra publicada póstumamente «Historia de los Árabes con la Vida de Muhammadۛ» (1731) esquematiza el carácter de Profeta del Islam (PyB) presentándolo como el fundador de una “religión racional y virtuosa”.
En 1772, el filósofo francés Voltaire (1694-1778) habló del Profeta del Islam (PyB) de la siguiente manera: «Su religión es sabia, severa, casta y humana: sabia, ya que no cae en la locura de dar asociados a Dios, y no tiene misterios.»
El Centro Islámico de la República Argentina le dice no a la insolencia de Macron, Presidente de Francia, contra nuestro Profeta (paz y Bendición) y a su campaña de estigmatización y coerción contra de los musulmanes. La verdadera democracia exige que la creencia y los derechos de los musulmanes franceses sean garantizados y respetados. En la verdadera democracia no hay lugar para la islamofobia, el odio, la animadversión y el resentimiento. El Islam es un mensaje de paz que no permite la coacción y busca que todos los hombres y mujeres sean hermanos y hermanas.
«¡Oh, humanos! Os Hemos creado a partir de un hombre y una mujer, y hemos hecho de vosotros pueblos y tribus para que os reconozcáis unos a otros.» (El Generoso Corán, 49:13)
Asimismo, el Centro Islámico de la República Argentina invita a las comunidades religiosas monoteístas a expresar su solidaridad con los musulmanes ante esta situación de ofensa y agravio contra el Profeta del Islam Muhammad (PyB).
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