En un comunicado de prensa, el CIRA señaloo que ofender al Profeta del Islam (ByP), Gerardo Romano se ha hecho eco de expresiones islamofóbicas vigentes en el hemisferio norte y ha discriminado y ofendido gravemente a los ciudadanos argentinos de fe islámica.

Romano, como abogado, debería saber que la Islamofobia está penada en la República Argentina por la Ley 23.592 - Ley Antidiscriminatoria, entrada en vigor el 3 de Agosto de 1988; y por el Decreto 1086 2005 (Boletín oficial Nº 30.747 del 27 de septiembre de 2005). 

El Centro Islámico de la república Argentina apelará a los organismos competentes de legislación nacional para que esta agresión gratuita quede debidamente tipificada y severamente condenada por la justicia. 

Aquellos responsables de ofensas, calumnias e injurias contra la religión de una comunidad, deberían saber que serán castigados dondequiera que estén, y no deberían sentirse protegidos por la supuesta “libertad de expresión”. Y así como en los casos de antisemitismo, un autor que difama a los judíos es juzgado y condenado por las autoridades sin dilación, aquel que difama a los musulmanes debe ser encausado con la misma equidad y rapidez.

En la sociedad democrática los ciudadanos deben gozar de los mismos derechos y obligaciones, y lo que es delito contra unos es delito contra todos.