El sábado 3 de noviembre se llevó a cabo la primera jornada de Militantes por la Vida, en el Auditorio Visión de Futuro, del barrio porteño de Boedo. Allí, unos 500 participantes se dieron cita para escuchar a los principales exponentes de la lucha pro vida que se viene llevando a cabo en el último año en la Argentina.
Con suma atención, los asistentes siguieron cada conferencia ofrecida por quienes supieron inspirar a defender la vida y la familia desde sus lugares de influencia. Fue así que desde la docencia, la medicina, la política, los medios y la fe, entre otras áreas, se fue desgranando un mensaje que estimuló a los presentes a tomar una postura firme en esta causa.
El reconocido médico pediatra Abel Albino se llevó todos los gestos de aprobación tras su ponencia en horas de la mañana. Lo mismo sucedió con Christian Rosas, fundador del movimiento “Con Mis Hijos No Te Metas”, en Perú, y que produjo un efecto dominó en la Argentina y en otros países de Sudamérica. “El verdadero enemigo de la verdad, no es la mentira, sino el silencio”, fue una de sus frases más resonantes, con la que impulsó a la participación ciudadana en la defensa de los valores de la familia, tal como sucedió en Perú. En el país incaico, leyes han tenido que abrogarse por la masiva salida a las calles de las familias que se vieron atropelladas por la ideología de género y fueron un ejemplo inspirador para el resto de los países latinos.
Por la tarde, el conocido escritor y politólogo Agustín Laje hizo lo propio, desnudando las falacias de la ideología de género con la elocuencia que lo caracteriza.
Además, destacados profesionales como la Dra. Jael Ojuel, el bioeticista Gabriel Ballerini, la abogada Nadia Márquez, la psicóloga social Ana Valoy y el músico Ulises Eyherabide, entre otros, redondearon una memorable jornada que ya comienza a federalizarse. Las provincias de Córdoba, Tucumán y Neuquén vislumbran inminentes fechas de realización de un evento que busca motivar a los jóvenes a defender la vida y la familia desde sus lugares en la sociedad.
El puntapié inicial ya fue dado. La militancia vino para quedarse.
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