Ante miles de fieles que se acercaron al Santuario de Liniers, el Arzobispo de Buenos Aires destacó en su homilía las acciones de "hombres y mujeres que no pasan de largo ante el dolor" y son "Cayetanos anónimos" de este tiempo.
En el regreso de la presencialidad en los festejos por San Cayetano, el Arzobispo de Buenos Aires Mario Poli, exhortó a la comunidad a adoptar "actitudes solidarias y fraternas" que permitan "reconstruir esta Argentina que nos duele a todos".
En su homilía, acudió a la parábola del buen samaritano, y destacó las acciones de "hombres y mujeres que no pasan de largo ante el dolor" y son "Cayetanos anónimos" de este tiempo.
“El ejemplo del buen samaritano nos devuelve a una mirada solidaria de la realidad, no para escandalizarnos, que de nada sirve, sino para conmovernos y comprometernos. Mientras tanto, supliquemos el pan de cada día, como nos enseñó Jesús en el Padre Nuestro”, sintetizó el Arzobispo.
Poli hizo referencia a la "inflación asfixiante" y la difícil situación de muchas familias del país y dejó un mensaje a los fieles que se congregaron este 7 de agosto.
“Si han llegado hasta aquí es porque saben bien que cuando se cierran las puertas que han golpeado muchas veces, se abren las puertas del santuario y se encuentran con San Cayetano, quien intercede ante el Jesús que tiene en sus brazos, para que todos reciban las gracias materiales y espirituales que necesitan para seguir caminando”, expresó Poli.
Finalmente expresó que a través de la esperanza habrá “tiempos de encuentro y de paz entre los argentinos”.
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