Esta cifra, aunque parece grande, todavía es poca para la cantidad de personas que recibirá la comunidad luqueña esos días, debido a que uno de los lugares que visitará el Papa es Ñu Guazú, uno de los puntos más importantes de su visita. Ramón Reyes, integrante de la comisión, dijo que las casas albergarán parejas o familias de 5 personas aproximadamente. Los que tengan espacios para más, llegarán a contener aproximadamente a 10 personas, contó.

Explicó que todas las familias que se suman a la causa estarán ofreciendo también el desayuno gratis a los feligreses como demostración de hospitalidad. “El único requisito es que tenga un espacio para acomodar a la gente y lo básico como sanitario, para que las personas que van a ocupar tengan dónde asearse. También estamos pidiendo que las familias den el desayuno a las visitas como una muestra de amabilidad”, dijo.

Por otro lado contó que ya están anotados 27 colegios y 17 clubes. El colegio privado Sagrado Corazón de Jesús de la ciudad luqueña albergará a unas 60 personas.

Falta para los servidores

Antes estaban desesperados por la falta de servidores, ahora lo que les preocupa es dónde van a meterles a todas esas personas. Luque debe albergar a unas 30.000 personas aproximadamente que todavía no tienen lugar.

Por esta razón solicitan a las personas que se sigan sumando para poder cumplir con todos los feligreses y albergar también a los servidores.

Tanto luqueños como habitantes de distintas áreas de la Capital como del Gran Asunción, que quieran ofrecer sus casas o algún lugar que tengan disponible, pueden ir hasta la parroquia a llenar la ficha de inscripción, como también así pueden entrar a la  páginahttps://franciscoenparaguay.org/#/ en el apartado de “Alojamientos”.

Estela de Reyes, esposa de Ramón, contó que ellos también albergarán a los visitantes. En su casa se quedarán unas 10 personas. Esto es para retribuir la hospitalidad que tuvieron los argentinos con ella en una misión que llevó a cabo allá, según explicó. “Yo también suelo viajar y varias veces ya fui alojada en el país vecino, entonces yo quiero retribuir eso. Una vez fui a una misión en La Plata y fui muy bien recibida. Lo mínimo que yo puedo hacer es ofrecerles un lugar donde dormir y el desayuno”, dijo la doña.