Cuidarse a un mismo, cuidar a las otras personas, cuidar la naturaleza y cuidar el entorno más próximo tienen tanta importancia que son expresión de cultura. Así nos lo dice el papa Francisco en el mensaje que ha publicado con ocasión de la 54 Jornada Mundial de la Paz, haciéndonos llegar los mejores deseos para que la humanidad pueda progresar en este año por el camino de la fraternidad, la justicia y la paz entre las personas, las comunidades, los pueblos y los Estados.
Ha escogido este tema del «cuidar» como camino de paz para ayudar a erradicar la cultura de la indiferencia, del rechazo y de la confrontación, que acostumbra a prevalecer hoy en día. Siempre atento al momento para dar respuesta, nos hace ver que los acontecimientos que hemos vivido este año y que están marcando el camino de la humanidad nos enseñan la importancia de hacernos cargo los unos de los otros, y también de la creación, para construir una sociedad basada en relaciones de fraternidad.
¿Cómo hacerlo realidad entre nosotros? Antes que nada, tomando conciencia de aquello tan claro que dice el papa Francisco en su carta-encíclica Fratellitutti cuando dice que «es verdad que una tragedia global como la pandemia del Covid-19 ha despertado durante un cierto tiempo la conciencia de ser una comunidad mundial que navega en una misma barca, donde el mal de uno perjudica a todo el mundo» y añade: «Recordemos que nadie se salva solo, que únicamente es posible salvarse juntos» (FT 32).
Y, después, siendo conscientes de que habitamos en la misma casa, que es de todos, ir averiguando sobre quién y sobre qué tenemos que proyectar nuestra voluntad de cuidar, pensando siempre que nos necesitamos los unos a los otros. El papa Francisco rinde homenaje a tantas personas que a lo largo de este año han cuidado y se han desvelado por los demás para ayudarlos en su situación de necesidad sanitaria, económica o de conflicto con el entorno humano y ecológico.
Las páginas de la Biblia nos hablan de la forma como Dios cuida la humanidad y nos enseñan la importancia de hacernos cargo los unos de los otros y de la creación para construir un sociedad basada en relaciones de fraternidad. Hay un proyecto de Dios sobre las personas y la humanidad y conviene que lo conozcamos: Dios quiere que amemos la tierra y la trabajemos bien, pensando en el bien de todos y acogiendo a los más pobres y descartados.
En elEvangelio, vemos como Jesús cuida con delicadeza a las personas: se acerca a los enfermos y los cura, perdona a los pecadores y les da una vida nueva, es el modelo de referencia como buen Pastor y elogia el buen Samaritano por la forma como ha cuidado el herido del camino. De Jesús ha aprendido la Iglesia, la cual a través del pensamiento social muestra las múltiples formas de crear la cultura del cuidar si estamos atentos y dispuestos a comprometernos. Avancemos construyendo la paz.
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