La Comisión Ecuménica de Iglesias Cristianas en la República Argentina (Ceica) envió al canciller Felipe Solá una nota con motivo de la decisión del presidente turco Recep Tayyip Erdogan de reconvertir en mezquita la antigua basílica de Santa Sofía, y desde 1934 museo de la ciudad de Estambul.

La misiva contó con la adhesión, en todos sus términos, de la Comisión de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso de la arquidiócesis de Buenos Aires.

La Ceica le transmitió al funcionario argentino su preocupación por la decisión del gobierno de turno de modificar el “status quo” de ese lugar, por considerar que “compromete el camino de diálogo y respeto interreligioso que debe reconocer y valorar las raíces religiosas, históricas y culturales”.

“Este hecho no es menor y trasciende los límites de un país!”, advirtió, y subrayó: “el actual status de museo, que está vigente desde la creación del Estado turco por Kemal Ataturk, permite mantener una situación donde el testimonio de la fe en Dios es un principio de convivencia y de paz entre los creyentes que hace a la fraternidad de todos los hombres y mujeres”.

“La fe eleva, transforma y purifica nuestras relaciones, descubriéndonos en nuestra profunda identidad religiosas y dignidad humana” recordó.

La Ceica afirmó que esta fe vivida, desde la experiencia en el país, ha enseñado a los credos a “convivir en un clima de paz, de respeto y de amistad social con tantos hermanos musulmanes, por ello es que tememos, que el avanzar en este planteo sea un retroceso religioso y cultural que debilite el maduro diálogo interreligioso que tanto bien ha hecho y nos hace”.

“En este camino Santa Sofía ha sido siempre, y esperamos lo siga siendo, un símbolo y un lugar de diálogo entre el cristianismo y el islam”, sostuvo.

Los representantes cristianos y partícipes del diálogo interreligioso enviaron esta nota al canciller Solá a fin de presentarle “una situación que compromete la dimensión del diálogo ecuménico que nos involucra, dado el trabajo que en esta materia hemos venido realizando y en donde se ha logrado una convivencia que nos enriquece y ha sido reconocida mundialmente, pero que la debemos sostener”.

“Ponemos a su consideración estas reflexiones y deseamos contar con su comprensión y buenos oficios”, concluyeron.

Firman la carta monseñor José María Arancedo, arzobispo emérito de Santa Fe de la Vera Cruz y presidente de la Ceica; monseñor Mor Chrysostomos Yohana Ghasali y la pastora Sonia Skupch, vicepresidentes de la entidad ecuménica.